“Si supiera” dónde está el cuerpo de Marie-Angèle Domèce, “lo diría”, declaró Monique Olivier en respuesta a una pregunta sobre la ubicación de los restos de una de las víctimas de su exmarido Michel Fourniret, durante de su primer interrogatorio sobre los hechos el martes 5 de diciembre. “Voy a morir en prisión, ¿por qué no iba a decirlo?” dijo frente al tribunal penal de Hauts-de-Seine, de pie en el palco de los acusados, con la espalda arqueada y su eterno suéter blanco.

La acusada, que comparece desde hace una semana, respondía al presidente Didier Safar, que la interrogó por primera vez el martes por la mañana sobre los hechos de los casos Domèce y Parrish, dos jóvenes secuestradas, violadas y asesinadas por Michel Fourniret en 1988 y 1990 Monique Olivier repitió varias veces durante el inicio del interrogatorio que “algunos recuerdos tienen dificultades para volver”, justificando así sus vacilaciones y silencios.

En cualquier caso, volvió a reconocer su papel de “cómplice” de las acciones de su marido fallecido en 2021, condenado en 2008 por otros siete asesinatos de mujeres jóvenes y adolescentes. Monique Olivier, por su parte, fue condenada a cadena perpetua durante el mismo juicio por complicidad en cuatro asesinatos y una violación cometida por “el Ogro”. Se enfrenta nuevamente a la misma sentencia.