Un tribunal de Kirguistán, un país de Asia Central aliado con Rusia, ordenó el jueves (27 de abril) el cierre del principal medio de comunicación no estatal de Kirguistán, la rama local de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), financiada por Estados Unidos. ). Unidos.
«El Tribunal accedió al pedido del Ministerio de Cultura de poner fin a las actividades del medio Azattyk», nombre de la filial local, y «el medio ha sido cerrado», anunció en un comunicado enviado a la AFP un juzgado de la capital, Biskek. Azattyk, que tiene 30 días para apelar, dijo a la AFP que tenía la intención de impugnar la decisión.
Se produce dos días después de que Rusia se ofreciera a «compartir con Kirguistán su experiencia en la lucha contra la injerencia extranjera», en un momento en que un proyecto de ley sobre los medios de comunicación podría, según parte de la sociedad civil kirguisa, restringir la libertad de expresión. Entre las cinco ex repúblicas soviéticas de Asia Central, donde la libertad de expresión sigue restringida, Kirguistán ha aparecido durante mucho tiempo como una excepción, con un pluralismo político y mediático relativo. Pero las ONG denuncian la creciente presión contra los medios.
A finales de enero, el Ministerio de Cultura había emprendido acciones legales para cerrar Azattyk, un medio de comunicación con casi dos millones de suscriptores en su canal de YouTube en un país de alrededor de siete millones de habitantes. Las autoridades criticaron a Azattyk, que cubre en particular a la oposición e investiga la corrupción, por no haber retirado un informe, a pesar de sus solicitudes. El reportaje en cuestión fue rodado tras los enfrentamientos entre Kirguistán y Tayikistán que dejaron un centenar de muertos en pocos días a mediados de septiembre de 2022.
Esta decisión judicial se produce tras la visita a Moscú de Nourlanbek Chakiev, presidente del Parlamento de Kirguistán, quien se reunió con su homólogo ruso, Viatcheslav Volodin, jefe de la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso. Este último había declarado que Rusia estaba lista para «compartir su experiencia» después de haber «adoptado leyes efectivas contra la injerencia extranjera», en particular en referencia a aquella contra los «agentes extranjeros».
Además, el presidente Sadyr Japarov es actualmente el único jefe de Estado que viaja a Moscú para asistir con Vladimir Putin al desfile del 9 de mayo, celebrando la victoria de 1945 contra la Alemania nazi. Además, los occidentales sospechan que Bishkek ayudó a Moscú a eludir las sanciones impuestas después de su invasión de Ucrania.