La Academia de los Juegos Florales, la sociedad científica más antigua de Europa que premia a los poetas desde el siglo XIV, presentó este miércoles sus premios en Toulouse y anunció que con motivo de su 700 aniversario otorgará uno nuevo en 2024 a la poesía slam . «Slam y poesía son inseparables (…) permitió democratizar y desempolvar la imagen que los jóvenes tenían de la poesía», para «darle una palabra que no tenían», declaró a la AFP Marc Alexandre Oho Bambe , poeta y slammer, quien actuó como maestro de ceremonias de la Fiesta de las Flores de la academia, celebrada cada mes de mayo.
Creada en 1323 por siete trovadores de Toulouse y registrada el año pasado como patrimonio cultural inmaterial francés, la institución tiene como objetivo mantener el lirismo del amor cortés, así como promover la poesía en francés y occitano. “Su nombre proviene de la primera distinción que se otorgó: la violeta de oro”, agregó Philippe Dazet-Brunet, secretario perpetuo de la academia, quien “apuesta a que entre estos jóvenes estarán los más grandes poetas que leeremos en treinta o cuarenta años”.
Entre los ganadores del miércoles, Capucine Amalvy, músico, autor y compositor, de 27 años y de Castres (Tarn), recibió el premio Rosa de Plata que premia el canto poético, por sus Quimeras nocturnas. “La lengua francesa está en constante movimiento y debemos mantener esta fluidez, no cristalizarla (…) Es importante incluir a los jóvenes en este proceso y deconstruir esta relación académica (…) La poesía, no es polvo, » ella dijo.
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El premio a los jóvenes poetas recayó en Camille Turbé, originario de La Rochelle (Charente-Maritime), por su poema Empreintes. Este estudiante de secundaria de 17 años «encuentra hermoso perpetuar la tradición de la poesía». “No importa la forma, sintió, es bueno que se diversifique (…) que siga viviendo”.
