La Asamblea Nacional votó el jueves 5 de octubre por la noche el “objetivo” de una generalización de la identidad digital en 2027, sin compromiso. Sin embargo, no tuvo que pronunciarse sobre el fin del anonimato en línea, tras la retirada de enmiendas sobre este delicado tema del proyecto de ley digital.

El ponente del Renacimiento, Paul Midy, planteó estas dos exigencias, provocando la ira de la izquierda y del RN, preocupados por un “ataque a las libertades fundamentales”. «Sí al seudónimo, no al anonimato» en las redes sociales, repitió el jueves por la tarde en la Cámara, defendiendo un principio de «matrícula» para los franceses en las redes sociales. Sin embargo, al igual que en comisión, el diputado de Essonne optó por retirar sus enmiendas sobre el tema, para no «poner en peligro la votación final» del proyecto de ley. El gobierno había expresado su oposición a este sistema que corría el riesgo de contravenir las normas europeas o la Constitución y que provocó una ola de protestas de los defensores de las libertades públicas.

Justo antes, la Asamblea adoptó una enmienda que fija para el Estado “el objetivo en 2027 de que el 100% de los franceses puedan tener acceso a una identidad digital gratuita”, sin obligación vinculante. Los partidarios de la medida la elogian como un medio para acceder a “servicios públicos” o “garantizar procedimientos administrativos” gracias a dispositivos como la aplicación France Idété para demostrar la identidad con un teléfono móvil.

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Después del “documento de identidad plástico” y del “documento de identidad electrónico”, “obviamente tenemos que avanzar hacia la identidad digital”, “pública, regia”, “este es el sentido de la Historia”, estimó Paul Midy. «No se trata en modo alguno de un medio de seguimiento de la población», sino de un «medio de mejorar el acceso a la ley», añadió el ministro encargado de asuntos digitales, Jean-Noël Barrot. “El problema no es la certificación digital per se, sino la identidad digital en todas partes. No tenemos que pedir más en el espacio digital que en el espacio real”, replicó el socialista Arthur Delaporte. RN Aurélien López-Liguori criticó “disposiciones liberticidas”. “No queremos registros en el frente, no somos autos” ni “detenidos”, dijo.

Anteriormente, en una atmósfera mucho más consensuada, la Asamblea Nacional votó a favor de enmiendas Renaissance para hacer obligatoria la formación en conciencia digital en sexto grado. La generalización de este certificado, denominado Pix, ya estaba prevista para el inicio del año escolar 2024. Los diputados también planearon una renovación del certificado al finalizar la escuela secundaria.