Nueva ofensiva contra el foie gras. La asociación L214 impugnó el jueves ante el tribunal administrativo de Estrasburgo la práctica de alimentación forzada de gansos y patos, por considerarla contraria a la Directiva europea de 1998 sobre la protección de los animales de granja. «Ningún animal es alimentado o abrevado de tal manera que se produzcan sufrimientos o daños innecesarios», afirma la directiva europea en la que se basa la asociación defensora de los derechos de los animales con sede en Estrasburgo. «Esta prohibición no ha sido transpuesta, las disposiciones represivas (francesas) no permiten castigar los malos tratos causados por la alimentación forzada», afirmó en la audiencia la abogada de la asociación, Hélène Thouy, cabeza de lista del Partido Animalista. en las elecciones europeas de 2019.
Citó dos informes, uno del Comité Científico de la Comisión Europea del 16 de diciembre de 1998, el otro de la Universidad de Cambridge del 14 de septiembre de 2015, para afirmar que la alimentación forzada “es perjudicial para los animales”, “crea de 10 a 20% más de mortalidad” y constituye una “fuente de sufrimiento extremo”. Denunció también el artículo L654-27-1 del Código Rural, según el cual el foie gras se obtiene de un animal «especialmente engordado mediante engorde», lo que impediría a los productores de foie gras sin engorde obtener la denominación. Esta disposición «es contraria a la legislación de la Unión Europea sobre la libre circulación de mercancías», argumentó.
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El relator público, Laurent Boutot, pidió que se rechazara la solicitud. Consideró que no se ha producido una falta de transposición de la directiva europea, dado que los Estados «no están obligados a transcribir directamente al derecho interno la totalidad de las disposiciones» de una directiva, siempre que no «deformen su sustancia». Sostuvo que no había “ningún consenso científico” de que la alimentación forzada causara sufrimiento.
E incluso “admitiendo” que así sea, “no se ha demostrado que la alimentación forzada cause sufrimiento innecesario”, condición impuesta por la directiva, siendo el foie gras “parte del patrimonio cultural y gastronómico protegido en Francia”. según el Código Rural, recordó. En su defensa, la representante del Ministerio de Agricultura y Soberanía Alimentaria no habló, ateniéndose a sus conclusiones escritas dirigidas al tribunal. La decisión se tomará el 6 de junio.