Es un panorama político totalmente trastornado el que aparece tras la elección, este domingo 7 de mayo, de los cincuenta miembros del consejo constitucional que deberá redactar una nueva constitución que sustituya a la del régimen del dictador Augusto Pinochet en 1980. La extrema derecha partido El Partido Republicano dirigido por José Antonio Kast obtuvo el 35% de los votos y obtuvo 22 escaños. Le sigue la coalición de izquierda Unidad para Chile, que apoya al presidente Gabriel Boric con el 29% de los votos, o 17 escaños. En última posición se encuentra la lista de la derecha tradicional, Chile seguro, con el 21% de los votos, o 11 escaños. La derecha y la extrema derecha tienen, por tanto, más de dos tercios de los escaños. El partido de José Antonio Kast se ha convertido en gran medida en el principal partido de Chile. Kast se había clasificado en diciembre de 2021 para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y había sido derrotado por el candidato de izquierda, Gabriel Boric. Por lo tanto, la izquierda no podrá usar su veto durante la discusión constitucional. La redacción del texto debe completarse en septiembre y se organizará un referéndum en diciembre.

Este es el segundo proceso de reforma constitucional que se inicia en Chile en menos de dos años. La primera terminó con el rechazo de la población al nuevo texto propuesto (más del 60% de no) el 4 de septiembre. El texto fue considerado demasiado “excesivo” por muchos. Sus 150 editores eran en su mayoría de la sociedad civil y los derechos de las minorías estaban en el centro de sus propuestas, incluida la creación de un “estado multinacional”.

Esta vez, los 50 constituyentes han sido designados por los partidos y no tendrán completa libertad para redactar la nueva constitución. Tendrán que pronunciarse sobre un texto redactado por 24 expertos que defina 12 principios constitucionales.

“Hoy es el primer día de un futuro mejor para nuestro país”, regocijó José Antonio Kast en medio de gritos de “Viva Chile” y “Golpe” de sus simpatizantes. Gabriel Boris reconoció el «fracaso». Explicó que el primer intento de reforma constitucional fracasó por falta de diálogo entre personas que piensan diferente. “Quiero instar al Partido Republicano a que no repita el error que cometimos”.

“¿Resistirá la derecha dominante el Tsunami? La tentación de seguir a Kast será grande, escribe el politólogo Cristóbal Rovira en el diario español El País. Todos, desde comunistas hasta republicanos, han estado debatiendo la seguridad día y noche y es un tema de extrema derecha. Como en Europa, si todo el mundo habla de inmigración, el que gana la batalla es el que está en contra de la inmigración”.

Chile vive una ola migratoria masiva desde Venezuela, que atraviesa una grave crisis desde 2018. El gobierno de Boric ha resuelto desplegar el ejército en el norte del país para controlar la frontera. Ciento quince inmigrantes venezolanos, algunos de los cuales llevaban dos semanas varados en la frontera entre Chile y Perú, llegaron este domingo a Caracas en un avión fletado por las autoridades.

El Partido Republicano, que se opone al aborto y tiene una retórica antiinmigrante, «no necesitará negociar con nadie, puede redactar la constitución que quiera» y «tendrá el poder de ‘usar su veto para bloquear cualquier enmienda’, pronosticó Claudia Heiss, directora de la facultad de ciencias políticas de la Universidad de Chile, a AFP.

El resto dependerá de las elecciones estratégicas de la derecha tradicional, integrada por la UDI, Renovación Nacional y Evopoli. Sus miembros tienen dos opciones: o endurecen sus posiciones y siguen al Partido Republicano de Antonio Kast, exdiputado de la UDI. O se distancian del partido de extrema derecha y tratan de negociar con los demás sectores del Consejo Constitucional. El líder de la UDI, Javier Macaya, dijo que su partido estaba listo «para hacer buenos tratos con el Partido Republicano». Consideró que “el octubrismo ha sido derrotado”.

L’octubrismo fait référence à la grave crise qui a touché le pays en octobre 2019. C’est pendant cette crise que l’idée d’une nouvelle constitution avait été avancée pour répondre aux revendications sociales et politiques exprimées par les mouvements sociaux qui agitaient el país. La derecha tradicional se unió entonces, sin mucho entusiasmo, a la idea de acabar con la constitución de Pinochet. Los republicanos siempre han dicho que se oponen a un cambio en la constitución. A partir de ahora, los chilenos tendrán que elegir el próximo diciembre entre la constitución de Pinochet y la de José Antonio Kast.