(Nueva York) Las cosas están echadas, como dicen en Las Vegas. Desde las primarias del 11 de junio en Nevada, los dos principales partidos estadounidenses han elegido a sus candidatos clave para el Senado estadounidense, con 34 escaños (de 100) en juego en noviembre.
En este punto, los apostadores están dando poco crédito a los demócratas, cuya mayoría se basa en su control de 51 escaños. La razón es muy sencilla: los candidatos del partido de Joe Biden o sus aliados independientes deben defender un total de 23 escaños. Veintitrés escaños, tres de los cuales están en estados donde Donald Trump venció fácilmente a Joe Biden en 2020 y cinco en estados clave donde disfruta de una ventaja más o menos significativa en las encuestas sobre el presidente demócrata.
También podríamos decir que haría falta casi un milagro para que los demócratas mantuvieran su mayoría. Lo que está en juego no es pequeño. Donald Trump prometió, en particular, elegir jueces aún más jóvenes y conservadores que los que ya ha nombrado vitalicios para el Tribunal Supremo, si regresa a la Casa Blanca con una mayoría republicana en el Senado. La cámara alta del Congreso, cabe recordar, tiene la responsabilidad de confirmar o rechazar las elecciones de los presidentes ante el máximo tribunal del país.
Sin embargo, sin ofender a las casas de apuestas de Las Vegas, la batalla por el Senado encierra un misterio en 2024.
Tomemos el caso de Nevada. Según el promedio de encuestas del sitio RealClearPolitics (RCP), Donald Trump aventaja a Joe Biden por 5,3 puntos porcentuales en este estado que no ha votado por un candidato presidencial republicano desde George W. Bush.
Sin embargo, en la carrera por el Senado del estado de Silver, la senadora demócrata Jacky Rosen disfruta de una ventaja de 4,6 puntos porcentuales sobre el candidato republicano Sam Brown, según el promedio de encuestas del PCR.
Cabe señalar que Sam Brown no se parece en nada a un Herschel Walker o a un Mehmet Oz, estos candidatos a senadores del Partido Republicano cuya ineptitud parecía obvia para todos, excepto para Donald Trump, su seleccionador y promotor en 2022. Un veterano de la guerra de Afganistán, este hombre Sobrevivió a horribles heridas que lo dejaron desfigurado antes de lograr cierto éxito en los negocios.
En Pensilvania, el estado donde bien podrían celebrarse las elecciones presidenciales de 2024, el senador demócrata saliente Bob Casey tiene una ventaja de cinco puntos sobre su rival republicano, el empresario David McCormick, según el promedio de las encuestas del PCR.
Sin embargo, en el mismo estado, Donald Trump está por delante de Joe Biden por 2,3 puntos porcentuales.
¿Cómo explicamos el hecho de que a los candidatos senatoriales del Partido Demócrata les vaya mucho mejor en estados clave que a Joe Biden en las encuestas?
Primera respuesta entre muchas: por el momento, los titulares demócratas en estos estados son mucho más conocidos que sus rivales republicanos, con la excepción del representante demócrata de Arizona, Rubén Gallego, y su colega de Michigan, Elissa Slotkin.
¿Y cuáles podrían ser las consecuencias de este fenómeno en las elecciones presidenciales de 2024?
Antes de responder a esa pregunta, un recordatorio: los días en que los votantes podían votar por el candidato a presidente de un partido y al candidato a senador o representante de otro partido parecen haber terminado. En 2020, solo un estado, Maine, hizo una elección partidista diferente para presidente (Joe Biden) y Senado (Susan Collins).
En cuanto a las elecciones presidenciales, esta realidad puede resultar buena o mala para cada candidato, dependiendo del escenario que prevalezca. Las encuestas actuales pueden estar subestimando el apoyo a Joe Biden.
Por otro lado, los votantes de los mismos estados tal vez quieran ser coherentes con sus preferencias actuales en la carrera por la Casa Blanca y votar en bloque por el candidato a senador del partido de Donald Trump.
¿Qué escenario prevalecerá? Éste es el misterio de la batalla del Senado. Un misterio envuelto en un enigma. Porque los senadores demócratas salientes Jon Tester y Sherrod Brown también están por delante de sus rivales republicanos en los estados rojos de Montana y Ohio, según los promedios de las encuestas del PCR.
Sólo Virginia Occidental, cuyo actual senador, Joe Manchin, ha anunciado su retiro, caerá seguramente en manos republicanas. Y aun así, una sorpresa no es imposible.
El 31 de mayo, Joe Manchin cambió su lealtad política y dejó que el Partido Demócrata se independizara. En teoría, el cambio podría permitirle defender su antiguo escaño en el Senado como independiente o incluso postularse para gobernador del estado, cargo que ya ocupó. Tiene hasta el 1 de agosto para sintonizarnos.
En resumen, es posible que el juego aún no esté hecho.