(Riad) Arabia Saudita anunció el sábado que sus fuerzas de seguridad habían rechazado a más de 300.000 peregrinos no registrados de La Meca, una semana antes del inicio de la peregrinación anual a la ciudad santa.
La gestión de multitudes en esta gran reunión ha resultado peligrosa en el pasado, especialmente en 2015, cuando una estampida dejó alrededor de 2.300 muertos.
Entre los expulsados en los últimos días de La Meca se encuentran 153.998 extranjeros que obtuvieron visados de turista en lugar de las autorizaciones concedidas por el reino a diferentes países en base a cuotas, indicó la oficial Agencia de Prensa Saudí (SPA).
Las autoridades sauditas también interceptaron a 171.587 residentes en el reino, pero que no tenían autorizaciones para realizar el Hajj.
El año pasado, más de 1,8 millones de musulmanes participaron en el hajj, según cifras oficiales.
Desde el sábado pasado, más de 1,3 millones de peregrinos registrados han llegado a Arabia Saudita para el hajj, según las autoridades.
El haj que comienza el 14 de junio es uno de los cinco pilares del Islam y debe ser realizado al menos una vez por todos los musulmanes que puedan permitírselo.
Arabia Saudita alberga los santuarios más sagrados del Islam en La Meca y Medina, y el reino del Golfo gana miles de millones de dólares cada año con el hajj y las peregrinaciones, conocidas como Umrah, que se realizan en otras épocas del año.
Las peregrinaciones también confieren prestigio al monarca saudí, cuyo título oficial incluye el de “Guardián de las Dos Sagradas Mezquitas” de La Meca y Medina.