Un obstáculo en el camino hacia el pleno empleo. El Observatorio francés de las condiciones económicas (OFCE) prevé una “inversión de la curva de desempleo” en Francia a finales de 2023 y “especialmente en 2024”, tras el fuerte dinamismo del empleo de los últimos años, según sus previsiones macroeconómicas publicadas el martes .

Tras un año 2022 boyante, “durante el primer semestre de 2023, la creación de empleo siguió siendo dinámica (172.000 puestos de trabajo creados), pero en el segundo trimestre comenzó una desaceleración”, resume el instituto económico francés.

Estima que la “segunda mitad del año 2023, pero sobre todo el año 2024, serían las de la reversión de la curva de desempleo, pasando esta última del 7,2% actual al 7,9% a finales del próximo año en un contexto de marcado aumento de la población activa debido a la implementación de la reforma de las pensiones.

“El débil crecimiento de la actividad y la recuperación parcial de las pérdidas de productividad pasadas se deberían al fuerte dinamismo del empleo observado en los últimos años”, continúa la OFCE.

También estima que 2024 “sería el año de la caída de la inflación (3,3% de media anual y 2,3% interanual a final de año) pero el crecimiento seguiría siendo modesto (0,8%) debido a la plena materialización del efectos de los aumentos en las tasas de interés clave.

En su proyecto de presupuesto para 2024, el gobierno francés espera un crecimiento del producto interior bruto del 1,4%, mientras que el Banque de France prevé un 0,9%. “Según nuestra evaluación, el efecto de la política monetaria reduciría el crecimiento del PIB en -0,9 puntos en 2024 (después de -0,4 puntos en 2023)”, escribe la OFCE.

También estima que “a pesar de la reducción de las medidas presupuestarias excepcionales, el déficit público se mantendría en el 4,8% del PIB en 2023 y 2024 debido principalmente a un lento crecimiento que pesaría sobre los ingresos fiscales”.

A nivel mundial, la OFCE estima que el aumento de los precios de la energía se desvanecerá a finales de 2023, pero que el crecimiento se verá penalizado por los efectos del ajuste monetario, que debería alcanzar su punto máximo en 2024. Anticipa que el crecimiento global se desacelerará desde el 3,2% en 2022 al 2,3% en 2024. Esta desaceleración del crecimiento global “dará como resultado un aumento de la tasa de desempleo en la mayoría de los países industrializados”, según la OFCE.