Es policía… y escribe novelas de suspense. Precisamente thrillers psicológicos, el segundo y más reciente de ellos, La segunda casa, nos cautivó por completo por su ritmo, su atmósfera, sus personajes.
Charlène Desjardins no tiene ni 30 años, pero su madurez salta a la vista inmediatamente. Cuando era adolescente soñaba con ser investigadora. Y leyó mucho, imaginándose escribiendo sus propias historias.
A pesar de todo, primero estudió ciencias humanas en el CEGEP, diciéndose que la patrulla y la policía tal vez no fueran para ella después de todo.
“Fue durante estos dos años cuando todo hizo clic”, explica Charlène Desjardins. Estaba viendo programas de SQ en la televisión y luego me di cuenta de que es algo que realmente me interesa. Entonces fui a hacer mis tres años en técnicas policiales. »
Durante este período escribió su primera novela, Fracción. “Escribí muchos libros cuando era joven, pero nunca los terminé; Lo escribí al azar, no tenía un plan”, dice. Trabajó en Fraction durante tres años antes de decidir terminarlo. Una vez publicado, en 2021, pudo empezar a pensar en el siguiente, que finalmente escribió en siete meses; y ya tiene dos más en proceso.
The Second House sigue la investigación de Jack, un abogado defensor que vive en Boston y cuya hermana, Emily, ha desaparecido. Todo lo que dejó atrás es una sangrienta escena del crimen en la cabaña familiar. Sin ninguna pista que les permitiera encontrar su cuerpo, los investigadores decidieron abandonar el caso. Es aquí donde su hermano comienza a buscar por su cuenta, sin poder resignarse a abandonar a su hermana; pero a lo largo de su investigación, poco a poco descubre que no la conocía tan bien como pensaba.
“Para mí, el crimen que está en la novela [y que callamos para no divulgar nada], es el más grave que existe”, dice perdiendo repentinamente la sonrisa. Para mí era importante hablar de ello porque hay demasiadas mujeres que se esconden en silencio. Y luego pensamos que es porque lo que vivieron no es cierto. »
A través de la trama, La segunda casa aborda cuestiones sociales flagrantes de actualidad, que la profesión de Charlène Desjardins inevitablemente alimenta.
“Y ahora tengo muchos conocimientos que puedo utilizar para aportar un poco más de realismo a mis libros”, añade.
Entre la profesión de mujer policía y la de novelista existen muchas más similitudes de las que uno podría pensar, de hecho. Charlène Desjardins está convencida de que los dos son completamente complementarios y ella tampoco se rendirá.
“La principal cualidad que debe tener la policía es la capacidad de adaptarse. Es lo mismo en un libro, porque a veces tus personajes te llevan a un lugar que no esperabas y los sigues hasta allí. La gran diferencia es que en un libro tienes todo el tiempo para pensar en ello; en la policía es: ¡vamos, vamos! »
Pero para seguir amando la escritura, nunca se obligará a hacerlo si no hay inspiración. Y cuando comienza con una idea, elige un lugar en el mapa, en algún lugar distinto de Quebec, con el objetivo de crear una historia que sea, en cierto modo, universal. “Además, me hace descubrir la ciudad al mismo tiempo que escribo”, afirma Charlène Desjardins.
¿Y qué piensan sus colegas de sus escritos? “Piensan que es enfermizo”, dice riendo. “Básicamente no escribía para ser conocido, solo escribía por diversión. Para mí es como un sueño estar publicado. »