No más fajos de billetes. El Parlamento Europeo y los Estados miembros acordaron el jueves 18 de enero limitar los pagos en efectivo dentro de la Unión Europea a 10.000 euros.

Algunos países, como Francia, ya tienen normas más estrictas que las nuevas disposiciones europeas sobre pagos en efectivo. Pero en otros países, como Austria o Alemania, los pagos en efectivo hasta ahora siguen siendo ilimitados. La disposición forma parte de un texto destinado también a combatir mejor la financiación del terrorismo, concluido tras dos años y medio de negociaciones y que entrará en vigor este año.

El objetivo es reunir las regulaciones existentes muy dispares en los 27 países de la UE para detectar y limitar transacciones cuestionables. Este acuerdo «garantizará que los defraudadores, el crimen organizado y los terroristas ya no tendrán la oportunidad de legitimar sus ganancias a través del sistema financiero», afirmó el Ministro de Finanzas belga, Vincent Van Peteghem, cuyo país garantiza durante seis meses la presidencia rotatoria del Consejo de Ministros. Los Estados unidos.

La nueva legislación también armoniza y endurece las normas contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo impuestas, en particular, a bancos, agencias inmobiliarias y casinos. Estas entidades deberán poder identificar a sus clientes o propietarios de activos detrás de acuerdos financieros opacos. La aplicación de estas normas se ampliará al sector de los criptoactivos para garantizar también allí la trazabilidad. También afectarán al comercio de productos de lujo como metales preciosos, joyas, relojes, así como al de coches, jets privados o yates de muy alta gama.

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Por último, los clubes de fútbol profesional y sus agentes también estarán sujetos a una normativa reforzada, pero al final de un período transitorio de cinco años tras la entrada en vigor del texto, es decir, a partir de 2029. La nueva legislación reforzará en otros ámbitos los poderes de los servicios de inteligencia financiera. El Parlamento Europeo y los Estados miembros ya habían aprobado en diciembre la creación de una agencia de la Unión Europea contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo. La futura sede de esta organización es codiciada por varios países, entre ellos Francia y Alemania.

La nueva agencia, designada por su acrónimo inglés AMLA (“Autoridad contra el blanqueo de dinero”), será responsable, en particular, de supervisar y coordinar a las autoridades nacionales para detectar y combatir mejor las actividades transfronterizas cuestionables. Este paquete de medidas fue propuesto por la Comisión Europea en julio de 2021. La comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, celebró el jueves “un paso importante en la lucha contra el dinero sucio en la UE”.