Recorriendo las 7 iglesias: Una travesía de fe y esperanza en el Casco Antiguo de Panamá
En el corazón del Casco Antiguo de la ciudad de Panamá, los caminos de las 7 iglesias se convierten en testigos de fe y esperanza para aquellos que emprenden este recorrido lleno de devoción y oración. Año tras año, esta travesía fortalece a los feligreses que han experimentado milagros y renovaciones espirituales, como el conmovedor testimonio de la señora Eloísa y su hijo.
Un Milagro de Fe: La Historia de Eloísa
Desafiando el sombrío pronóstico de los doctores, Eloísa se aferró a su fe y esperanza cuando le dijeron que su hijo no sobreviviría. Tras ocho días en coma, su hijo abrió los ojos, un evento que ella describe como un milagro. Desde entonces, Eloísa visita las siete iglesias en agradecimiento por la vida de su hijo, prometiendo celebrar las fiestas en honor a él.
Origen y Significado de la Tradición de las 7 Iglesias
¿De dónde proviene esta hermosa tradición católica de visitar siete iglesias en el Jueves Santo? Según el fray Javier Mañas, San Felipe Neri en Roma inició esta práctica en el siglo XVI. En el Casco Antiguo de Panamá, esta tradición cobra vida con la apertura de los templos en Jueves y Viernes Santo. Iniciando en la iglesia de Santana y culminando en la catedral Basílica Santa María la Antigua, los fieles recorren cada templo en un acto de devoción y reflexión.
Devoción y Gratitud: Testimonios de los Peregrinos
Cada año, tanto locales como extranjeros se ven atraídos por la riqueza espiritual, cultural e histórica que ofrece el Casco Antiguo de Panamá. Personas como Marta González, Jorge Acosta y Gloria Pérez comparten sus motivaciones para realizar este recorrido, desde la sanación personal hasta la devoción a la Virgen María. A pesar de las dificultades y el cansancio, el agradecimiento y la fe guían a estos peregrinos en su travesía por las siete iglesias.
En este escenario de espiritualidad y gratitud, la Semana Santa en el Casco Antiguo de Panamá cobra vida a través de la visita a las siete iglesias, una tradición profundamente arraigada en la fe católica. Cada paso, cada oración, y cada momento de reflexión en estos templos históricos nutre el alma y renueva la esperanza de aquellos que emprenden este viaje de fe.