La ONU pidió el lunes el fin de la violencia que enfrenta a Israel y el Hezbolá libanés desde hace seis meses, destacó los temores de una escalada y pidió dar una oportunidad a la diplomacia. Desde el día después de la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y Hamás el 7 de octubre, los intercambios de disparos han enfrentado al ejército israelí contra el Hezbollah libanés y sus aliados, que dicen apoyar al movimiento islamista palestino.
«Durante seis meses, los intercambios de disparos a ambos lados de la Línea Azul (…) han continuado sin cesar», lamentaron la coordinadora especial de la ONU para el Líbano, Joanna Wronecka, y el jefe de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL). ), Aroldo Lázaro. “La violencia y el sufrimiento han durado demasiado. Deben parar”, agregaron los funcionarios en una declaración conjunta, llamando urgentemente a todas las partes a “emplear todos los medios para evitar una mayor escalada mientras haya espacio para la diplomacia”.
El ejército israelí afirmó el domingo haber completado una “nueva fase” en su preparación para la “guerra” en su frontera con el Líbano. «La ampliación gradual del alcance y la escala de los enfrentamientos… aumenta significativamente el riesgo de errores de juicio y un mayor deterioro de una situación ya alarmante», advirtieron funcionarios de la ONU. Casi 10.000 soldados de la FPNUL están desplegados a lo largo de la Línea Azul, la línea de demarcación marcada por la ONU entre Líbano e Israel, sin poder evitar la violencia.
Hezbollah ha intensificado sus ataques contra posiciones israelíes al otro lado de la frontera, y el ejército israelí está respondiendo con incursiones cada vez más profundas en territorio libanés, así como ataques dirigidos contra funcionarios del movimiento islamista libanés. Al menos 363 personas, en su mayoría combatientes de Hezbolá, entre ellos al menos 70 civiles, murieron en el Líbano, según un recuento de la AFP, y 18 personas en Israel, diez soldados y ocho civiles, según las autoridades de este país.
Los funcionarios de la ONU dijeron que era «crucial» alcanzar una solución política, basada en la «plena implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU». Esta resolución, que puso fin a la guerra de 2006 entre Hezbollah e Israel, estipula que sólo el ejército libanés y la FPNUL se desplegarán en el sur del Líbano.