La ayuda médica estatal (AME) para los extranjeros indocumentados, cuestionada recientemente por el Senado en el proyecto de ley de inmigración, está «en general controlada», pero «merece ser adaptada», según el informe presentado el lunes 4 de diciembre al gobierno por Claude Évin. y Patricio Stefanini.

El informe, que subraya la «utilidad sanitaria» de la AME, señala los «límites y riesgos» de su sustitución por una «ayuda médica de emergencia» más restrictiva, como propugna la derecha. Sin embargo, propone reforzar los controles y los «criterios de elegibilidad», en particular en lo que respecta a la situación familiar.

El Gobierno subrayó tras la publicación del documento que “las propuestas formuladas por los ponentes podrán ser objeto de desarrollo reglamentario o legislativo en un texto específico”. “Para que conste, ninguna propuesta relativa a la AME puede integrarse en el proyecto de ley de inmigración actualmente en examen, ya que estas disposiciones no tienen relación con el tema del texto (cláusula legislativa)”, recordó también el gobierno en su comunicado.

Para los ponentes, el AME es “un sistema supervisado a nivel reglamentario, implementado y controlado profesionalmente por los servicios del Seguro de Salud y que no genera consumos de atención que revelen atipicidades, abusos o fraudes estructurales”. Sin embargo, los «progresos pasados» en materia de refuerzo de los controles «no deberían eximirnos de considerar nuevas medidas para el futuro», «sobre todo porque el tema sigue siendo muy delicado», añaden los dos autores.

El informe señala que el aumento del gasto de la AME (que representó 968 millones de euros en 2022) está «en gran medida correlacionado con el del número de beneficiarios», y que el consumo medio trimestral «se mantuvo estable a pesar del» aumento del coste de los cuidados «. pasando de “642 euros en 2009 a 604 euros en 2022”.