Después de dos derrotas consecutivas en la Ligue 1, el Reims dejó las cosas claras al asestar un duro golpe al Mónaco (3-1) este sábado en la 18ª jornada. Teuma abrió el marcador para los visitantes (35º), antes de que Ben Yedder empatara a su equipo. Pero Khadra, con un gol magnífico y Matusiwa sellaron la suerte del partido. Con este éxito, los hombres de Will Still suben a la 5ª plaza, mientras que los monegascos, 3º, se ven presionados por el Brest, que recibe al Montpellier este domingo.
A pesar de estar en juego un segundo puesto en caso de victoria, los monegascos no afrontaban el encuentro con el mejor ánimo. Con posesión, por supuesto, pero de un modo demasiado estéril para poner en peligro al rival. A pesar de todo, Ouattara tuvo una primera oportunidad pero se topó con un Diouf magistral (17º). Dos minutos después, fue Golovin quien intentó disparar, pero su intento acabó por encima de la portería del Reims. Poco después, fue Ben Yedder quien vio su disparo detenido por Diouf (22º). Peligrosos en la contra desde el inicio del partido, los visitantes finalmente marcaron primero. Bien servido desde atrás por Daramy, Teuma desató un golpe clínico con un toque que no dejó ninguna posibilidad a Philippe Köhn. Los de Hütter no pudieron reaccionar antes del descanso.
Al regresar del vestuario se produjo un pequeño acontecimiento en el seno del Principado. Balogun, que sustituyó en el saque inicial, entró como suplente ante su antiguo club. Pero fue su compañero en el frente de ataque, Wissam Ben Yedder, quien marcó el gol del empate (49º). Aprovechando un disparo de Golovin al segundo palo, logró, con un buen reflejo de cabeza, engañar al portero contrario. Pero el Peñón no aguantó el empate por mucho tiempo. La culpa es de Reda Khadra, que marcó su primer gol en la Ligue 1. ¡Y qué gol! Lanzado a las profundidades, recorrió cincuenta metros a balazos, desconcertando a Maripán antes de enganchar a Magassa y disparar a Köhn.
Al final del partido, los monegascos se contentaron con jugar, mostrándose inofensivos y sin ideas. Y fue castigado por Azor Matusiwa, que acabó con todo el suspenso. Jugando una pared con Wilson-Esbrand, luego se giró hacia la portería, antes de lanzar un disparo imparable que se alojó en la esquina derecha de la portería monegasca. Otro gol magnífico, con el que acabó el partido. Reims se ofrece un éxito prestigioso, mientras que Mónaco no logra superar a Niza.














