La lista de mis deseos de Grégoire Delacourt, una conmovedora historia de una mujer que gana un premio mayor que decide no gastar, fue un gran éxito editorial hace 12 años. La autora, que ha publicado numerosas novelas desde entonces, decidió revivir a Jocelyne, su afortunado personaje, que encontramos tres años después de la muerte de su marido Jocelyn, que había huido con el cheque y que había gastado parte del dinero.
A Jocelyne ahora le quedan 15 millones de euros de los 18 que ganó y, sobre todo, mucha amargura en el corazón. Asiste al grupo de apoyo de Ganadores Anónimos, donde todos los participantes deben lidiar con los efectos tragicómicos del dinero en sus vidas. Estos encuentros serán el hilo conductor de esta novela llena de buenos sentimientos, pero que no tiene el encanto de la primera.
Esto se debe a que aunque entendemos que el dinero no compra la felicidad, tenemos cierta incomodidad al ver a estos personajes lamentar la época en la que no eran ricos, cuando los tiempos son difíciles y muchas personas, en la vida real, tienen múltiples trabajos para llegar a fin de mes. encontrarse.
El resultado es un libro que, a pesar de su innegable empatía y humor, parece desconectado. Incluso el personaje de Jocelyne, que intenta encontrar una manera de hacer que otros se beneficien de su dinero, está menos encarnado y es demasiado lírico tanto en lo positivo como en lo negativo. Sería muy sorprendente que esta secuela tuviera el mismo éxito que la primera.