La presidenta georgiana, Salomé Zourabichvili, que vetó la controvertida ley sobre la «influencia extranjera», pidió el sábado al presidente francés, Emmanuel Macron, que viajara a Tiflis para «quitar definitivamente el Cáucaso (…) de la influencia rusa». “¡Que vengan!”, exigió, refiriéndose a los líderes de la Unión Europea.

“Emmanuel Macron me prometió prácticamente desde mi elección, en 2018, que vendría. Debe hacerlo antes del inicio de la campaña electoral (las elecciones legislativas georgianas, nota del editor) en septiembre”, afirmó el presidente, en abierto conflicto con el gobierno, en una entrevista al periódico La Tribune Dimanche. “Que Francia no esté presente es una aberración. Lo digo en términos muy claros. Le escribí al presidente Macron, lo espero para el día de la independencia de Georgia, el 26 de mayo”, dijo el jefe de Estado, ex diplomático francés. «No es sólo Georgia lo que está en juego, sino que se trata de liberar definitivamente al Cáucaso de las mentalidades del yugo soviético y de la influencia rusa».

La presidenta proeuropea anunció el sábado que había vetado este texto que provocó protestas masivas en este país caucásico. Pero el partido gobernante “Sueño Georgiano” afirma tener suficientes votos en el Parlamento para anularlo. Los críticos de la ley, aprobada el martes, la ven como un intento de distraer a Georgia de Europa y arrastrarla hacia Rusia. La OTAN, la Comisión Europea y la ONU lo condenaron.

El texto exige que cualquier ONG o medio de comunicación que reciba más del 20% de su financiación del extranjero se registre como “organización que persigue los intereses de una potencia extranjera” y se someta a control administrativo. “Nadie aquí quiere entrar en una confrontación con Rusia. Esto es muy importante para el futuro de Europa, incluida una Europa de la seguridad. Aquí está el Mar Negro, una zona de tránsito y comunicación de energía”, señaló el Jefe de Estado. El veto presidencial “no cambiará nada. Sin embargo, es muy importante. (…) Soy de alguna manera la voz de esta sociedad que dice no a esta ley”, explicó.

Georgia, ex república soviética, es oficialmente candidata a ingresar en la Unión Europea desde diciembre de 2023 y también aspira a unirse a la Alianza Atlántica.

Salomé Zourabichvili, sin embargo, hizo un llamamiento a la calma. “Nadie aquí quiere avanzar hacia la inestabilidad”, aseguró. “La ley será adoptada (…). No podemos seguir manifestándonos. Tomemos nota y pasemos a la siguiente fase. En una democracia, es en las urnas donde se debe decidir el futuro”.