Le Fígaro Nantes
Visión de horror en el belén navideño de la iglesia de Saint-Pierre en Ancenis. Cabezas de la Virgen decapitadas, Josés desmembrados, torsos destrozados y brazos desgarrados rodean al niño Cristo, bajo la plácida mirada de los animales del establo. La escena, un tanto macabra, no es una mala broma de los párrocos, sino un grito de alarma: tres veces en el transcurso de unos pocos días, el belén fue despojado de algunas de sus figuras. Algunos fueron encontrados, destrozados en la carretera. Era el día de Navidad.
Un texto pegado en el lateral de la guardería detalla las líneas generales de este extraño incidente. El 24 de diciembre, la parroquia instaló nuevas figuritas en su guardería por la mañana, reemplazando los robos anteriores. Estas figuras, prestadas a la parroquia de Sainte-Marie-en-Pays-d’Ancenis por el vecino colegio Saint-Joseph, desaparecieron el mismo día de la iglesia de Saint-Pierre. Pero las figuras guardaban una sorpresa.
La estatuilla de la Virgen María escondía un Airtag debajo de su abrigo. Gracias a este chip GPS instalado para evitar un nuevo robo, los responsables parroquiales acuden al edificio en el que están geolocalizadas las figuritas y piden ayuda a los vecinos. En vano. Sólo después de que los clérigos se marcharon, un residente local descubrió las figuras desaparecidas, destrozadas en el suelo. Probablemente arrojado por la ventana. Desde entonces, los fragmentos se han recogido en la iglesia de Saint-Pierre.
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“En el corazón del mundo destrozado viene el Salvador”, concluye el texto publicado en la página Facebook de la parroquia. “Todos quedaron conmocionados y los niños afectados por este acto malicioso”, comentó el padre Yvon Barraud, párroco de la iglesia Saint-Pierre de Ancenis, a nuestros colegas del Oeste de Francia. Preguntado por Le Figaro, el sacerdote no quiso hacer más comentarios sobre este asunto. Sin embargo, el texto que firmó conjuntamente con el padre Benoît, párroco colaborador de la parroquia, especifica que la comunidad es «regularmente» objeto de actos de vandalismo, robos e incivilidad.
Este implacable en plena Navidad despertó la emoción de los fieles de la parroquia. Tan pronto como a principios de diciembre le robaron las primeras figuras, presentó una denuncia. El grupo de gendarmería Loira Atlántico confirma que se está llevando a cabo una investigación sobre robos y daños, sin que por el momento haya ninguna pista disponible. Finalmente, el alcalde de la localidad, Rémy Orhon, también se hizo cargo del asunto. “Mantuve una conversación telefónica con el padre Yvon”, dijo el funcionario electo a Le Figaro, precisando que pronto se celebrará una reunión para hacer un balance de estos vuelos.