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El cáncer infantil es una de las principales preocupaciones de la medicina moderna en Panamá. A pesar de los avances en la investigación y tratamiento, el diagnóstico temprano sigue siendo un desafío crucial. Los síntomas pueden ser vagos y confundirse con otras enfermedades, lo que dificulta el manejo efectivo de esta enfermedad en niños y adolescentes.

Karina Quintero, oncóloga pediatra del Hospital del Niño, destaca la importancia del diagnóstico temprano para un tratamiento efectivo. La doctora Arlene Calvo también enfatiza la necesidad de mejorar el sistema de datos y detección del cáncer infantil en el país.

El cáncer pediátrico es la principal causa de muerte por enfermedad en niños de 5 a 19 años en Panamá. Con un diagnóstico temprano y un tratamiento integral, el cáncer infantil es curable. Los principales cánceres en niños son las leucemias y los tumores cerebrales.

A pesar de los desafíos, la supervivencia para los cánceres infantiles ha mejorado significativamente en los últimos años. Por ejemplo, la supervivencia para tumores germinales está entre el 90% y el 100%, y para las leucemias es del 70%.

El impacto del cáncer no solo es físico, sino también emocional para los niños y sus familias. La falta de apoyo psicosocial integral en la salud pública es una limitación importante que enfrentan las familias afectadas por el cáncer infantil.

La detección temprana es crucial para mejorar el pronóstico de los pacientes. En áreas remotas del país, el acceso desigual a diagnósticos y tratamientos es una barrera significativa. La falta de información y sensibilización sobre el cáncer infantil también dificulta la detección temprana.

La falta de oncólogos pediatras en el país es otro desafío que afecta la atención de los pacientes. La historia de Jesús Acevedo y su familia es un ejemplo de las dificultades que enfrentan las familias en busca de un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El tratamiento del cáncer infantil puede ser costoso y muchas familias enfrentan dificultades económicas para cubrirlo. A pesar de los programas de apoyo, a menudo no son suficientes para satisfacer todas las necesidades de los pacientes.

Las comunidades desfavorecidas, como las comarcas, pueden tener un acceso limitado a tratamientos y seguimiento, lo que agrava la situación de los pacientes y sus familias. Organizaciones como Fanlyc han estado apoyando a niños con cáncer y sus familias durante más de 29 años, proporcionando alojamiento, alimentación y transporte para facilitar el acceso a los tratamientos.

Es fundamental mejorar los protocolos de detección, así como fomentar campañas de sensibilización para educar a los padres sobre los síntomas y signos de alerta del cáncer infantil. Solo a través de la colaboración y la conciencia pública, podremos enfrentar este desafío y asegurar que todos los niños tengan la oportunidad de ganar la batalla contra el cáncer.