La misión de estabilización de la ONU en Mali indicó que comenzó el lunes 16 de octubre a retirarse de dos de sus campamentos en la región de Kidal, escenario de una escalada militar entre actores armados que se disputan el control del territorio.
«En un clima de alta tensión, Minusma ha iniciado el proceso de retirada de sus campamentos en la región de Kidal, empezando por Tessalit y Aguelhok», afirmó la misión en un comunicado, añadiendo que podría acelerar su retirada de un tercer campamento, que de Kidal.
Los coroneles que llegaron por la fuerza al poder en Malí en 2020 exigieron en junio, tras meses de deterioro de las relaciones, la salida de la Minusma desplegada desde 2013 en este país sumido en el yihadismo y en una profunda crisis multidimensional.
La salida de Minusma de sus campamentos ha exacerbado las rivalidades por el control del territorio entre actores armados presentes en el Norte. Los grupos separatistas dominados por los tuareg han reanudado las hostilidades contra el Estado central y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM), afiliado a Al Qaeda, ha aumentado los ataques contra posiciones militares.
Desde agosto, Minusma ha transferido cuatro campos a las autoridades malienses. Pero la evacuación de los campos de la ONU en la región de Kidal y la de la propia Kidal, ciudad bastión de los separatistas, promete ser la más inflamable.