El primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, defendió este lunes los vínculos de su país con Hamás durante una visita a Alemania, uno de los principales partidarios de Israel. «No podemos borrar cuarenta años de atrocidades y expropiaciones, que provocaron la reacción y la ira de las poblaciones afectadas», afirmó Anwar Ibrahim durante una conferencia de prensa con el canciller alemán Olaf Scholz.

Malasia, cuya población es predominantemente musulmana, no tiene relaciones diplomáticas con Israel. Muchos en el país apoyan a los palestinos. «(Nuestras relaciones son) con el ala política de Hamás y no me disculpo por ello», añadió, subrayando que «no tiene ninguna conexión con el ala militar».

«Necesitamos comprender la raíz del problema», explicó el primer ministro de Malasia. “Lo que rechazo firmemente es esta narrativa, esta obsesión, de que el problema comienza y termina el 7 de octubre. (…) Comenzó hace cuatro décadas y continúa diariamente”.

Olaf Scholz repitió la posición alemana de que Israel tiene derecho a defenderse y pidió esfuerzos para lograr una paz duradera y una solución de dos Estados. Alemania, traumatizada por los horrores del Holocausto cuando los nazis masacraron a unos seis millones de judíos, fue uno de los principales partidarios de Israel y de su derecho a la autodefensa tras los ataques del 7 de octubre.

A pesar de las diferencias entre Malasia y Alemania sobre el conflicto, Anwar Ibrahim destacó que ambos países estaban de acuerdo en pedir una solución de dos Estados.

La ofensiva israelí dejó 31.112 muertos en la Franja de Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Hamás. Según Israel, 130 rehenes siguen en Gaza, 31 de los cuales se cree que han muerto, de unas 250 personas secuestradas durante un ataque sin precedentes de Hamás contra Israel el 7 de octubre que dejó al menos 1.160 muertos, la mayoría de ellos civiles, según un recuento de la AFP elaborado a partir de fuentes oficiales israelíes.