A diferencia de muchas de sus contrapartes, el operador de Montreal-Trudeau pudo recuperar unos 2 millones de dólares en pagos atrasados reclamados a Lynx Air, esta compañía aérea de bajo costo que sufrió un desastre financiero en febrero pasado, a las puertas de las vacaciones de primavera.
Según documentos judiciales recientes presentados en virtud de la Ley de Quiebras e Insolvencia, Aéroports de Montréal (ADM) y la empresa alcanzaron un acuerdo para escalonar los pagos unas semanas antes de que ésta se refugiara de sus acreedores.
«Podemos confirmar que todos los montos adeudados por Lynx Air han sido recuperados», dijo la organización sin fines de lucro en un correo electrónico el viernes.
ADM afirma que los «datos financieros» son «confidenciales», pero según documentos elaborados por el interventor de la FTI, se trata de una suma de 1,7 millones para las tasas de mejora de los aeropuertos, que se imponen a todas las compañías aéreas.
El último pago realizado a ADM se remonta al 1 de abril, según documentos judiciales.
El panorama es muy diferente para los aeropuertos de Calgary, Vancouver, Edmonton y Halifax. Juntos, piden al menos 4 millones de dólares en honorarios impagos de Lynx Air. La mitad de esta cantidad debía pagarse al aeropuerto de Calgary.
Antes de anunciar abruptamente el fin de sus actividades el pasado mes de febrero, Lynx Air había dejado de pagar las tasas aeroportuarias a los aeropuertos.
Este ultimátum fue lanzado el 8 de febrero por el vicepresidente de finanzas y administración y director general de ADM, Aymeric Dussart, en una carta enviada a la empresa cuya sede se encuentra en Calgary.
«A Lynx Air se le negará el acceso a las instalaciones del aeropuerto y su carta de autorización será rescindida en su totalidad, sin perjuicio y sin previo aviso ni demora», escribió Dussart en esta carta que La Presse pudo consultar.
Este fracaso se produjo menos de dos años después del vuelo inaugural de la aerolínea de Alberta. Ya no tenía suficiente dinero en sus arcas para continuar con sus actividades. Atribuyó su caída a la inflación, los precios del combustible, los tipos de cambio, los elevados costes financieros y las tasas impuestas en la industria aérea en Canadá, en particular. Desde Montreal, la compañía operaba entre 12 y 15 vuelos semanales.
Incluyendo arrendamientos de aviones, las cuentas por cobrar de Lynx ascendieron a 600 millones de dólares, según documentos presentados ante los tribunales de Alberta. La aerolínea perdió 112 millones de dólares el año pasado y generó unos ingresos totales de unos 166 millones de dólares. En 2022, el déficit ascendió a 76 millones, sobre una facturación de 58 millones.
La debacle de Lynx Air también provocó pérdidas de dinero para conocidos inversores quebequenses. Stepworth Holdings, controlada por Stephen Bronfman, y Stephenson Management, propiedad del matrimonio Mitch Garber y Anne-Marie Boucher, poseían cada uno el 11,5% de la aerolínea.