El riesgo de un derrame de petróleo en el Mar Báltico ha aumentado desde que Rusia comenzó a utilizar una «flota fantasma» de petroleros para eludir las sanciones occidentales, advirtieron el jueves los guardias fronterizos finlandeses. Estos petroleros usados, a veces de propiedad opaca o sin seguro, permiten a Rusia seguir exportando masivamente su petróleo a pesar de las restricciones impuestas tras su invasión de Ucrania en febrero de 2022, señalan los expertos.
Pero para el jefe del servicio de seguridad marítima de la guardia fronteriza finlandesa, Mikko Simola, también existe «un mayor riesgo de accidentes con consecuencias para el medio ambiente».
Alrededor de 70 de estos petroleros “fantasmas”, cada uno con más de 100.000 toneladas de crudo, navegan cada semana por el Golfo de Finlandia después de cargar en diferentes puertos rusos, incluido el de San Petersburgo.
El número de cruces de camiones cisterna en la zona «es aproximadamente el mismo o incluso mayor que antes del ataque ruso a Ucrania», señala la guardia fronteriza. El uso de barcos viejos y en mal estado aumenta el riesgo de fallos técnicos que podrían poner en peligro los frágiles ecosistemas del Báltico.
«Otro factor de preocupación es la incertidumbre sobre los propietarios y las garantías de seguro de estos buques», añade Simola, señalando que banderas como las de Camerún, Gabón, Yibuti, Palaos y Belice «nunca antes se habían visto en el norte del Báltico». «.
Los guardias fronterizos finlandeses han reforzado su vigilancia de la zona y están dispuestos a intervenir con el apoyo de otros países vecinos como Estonia y Suecia, indica además.