Rusia dijo el martes 5 de marzo que había despegado un caza para interceptar tres aviones militares franceses que se acercaban a su frontera sobre el Mar Negro, un tipo de incidente que no es raro pero que se produce en medio de tensiones con París.

«Cuando el caza ruso se acercó, los aviones militares extranjeros se dieron la vuelta», anunció el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado de prensa, precisando que se trataba de dos Rafale y un avión radar del ejército francés. “El avión ruso regresó sano y salvo a su aeródromo original. No hubo violación de la frontera estatal rusa”, indicó además el ministerio.

La interceptación es una operación destinada a encontrarse con una aeronave que se considera demasiado próxima a un espacio aéreo o que ha entrado en él. Los incidentes que involucran a aviones rusos y aviones de países de la OTAN, incluida Francia, son relativamente frecuentes y ocurrieron incluso antes del inicio del conflicto en Ucrania. A menudo tuvieron lugar sobre el Mar Negro, pero también en el Mar Báltico y en otros lugares.

El incidente del martes, sin embargo, se produce cuando el presidente francés Emmanuel Macron no descartó la semana pasada la posibilidad de enviar tropas occidentales a Ucrania, una posibilidad rechazada por la mayoría de los aliados occidentales. Aunque luego confirmó sus palabras a pesar de la polémica, Emmanuel Macron aseguró el martes que no quería una “escalada” con Rusia.