Le Figaro Marsella
Un nuevo decreto que regula la práctica de la pesca recreativa en el parque nacional de Calanques, en Marsella. Prevista para principios del próximo año, obligará a los navegantes a declarar cada una de sus capturas mediante una aplicación móvil desarrollada especialmente para la ocasión y denominada “Catchmachine”.
El experimento, propuesto por el Estado a través de la Dirección Interregional del Mar Mediterráneo (DIRM) y desarrollado con el Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar (Ifremer), tiene como objetivo recopilar datos sobre especies recuperadas en dos áreas marítimas protegidas: el Golfo del Parque Natural Marino del León y del Parque Nacional de Calanques. En concreto, un pescador aficionado deberá sacar su móvil en cada captura para introducir las características de la especie capturada: tamaño, peso, hora y lugar de la captura.
Los resultados, que podrán ir acompañados de una fotografía, se estudiarán posteriormente con fines científicos. “El objetivo es obtener un conocimiento más detallado de la pesca recreativa en estas aguas”, afirma la dirección del DIRM a Le Figaro. Todos los pescadores recreativos también deberán registrarse en Catchmachine para declarar su actividad, bajo pena de sanción en caso de inspección en aguas del Parque Nacional de Calanques. De hecho, el lugar es inspeccionado periódicamente por numerosos agentes del parque y fuerzas estatales (gendarmería marítima, aduanas, policía marítima, etc.)
El proyecto ha causado revuelo entre los pescadores recreativos, que ya participan en una actividad bien regulada. Para los navegantes, esta información digital representa sobre todo una limitación adicional a su práctica. “Este conteo surge de un buen sentimiento, pero debemos estar seguros de que su aplicación sea consistente. Es un obstáculo tener que conectarse a cada medio para producir un informe digital. Entonces, la interpretación corre el riesgo de verse distorsionada por la mala fe de algunos pescadores que tenderán a minimizar o promocionar sus capturas”, explica Vicente García, instructor y guía de pesca desde hace unos diez años.
«La idea es muy interesante, pero la persona que la ha validado no está acostumbrada a estar en un barco», ironiza Jean-Antoine Veruni, presidente de la asociación de pescadores libres de Martigues. «Si estás pescando de noche o en un clima tormentoso, ¡no te divertirás levantando el teléfono cada vez que pesques!», susurra. “Esta declaración cada vez que sales del agua es bastante ridícula. Esto se hizo a toda prisa. Debemos tomarnos el tiempo para reescribir todo esto”, afirma Gérard Giordano, vicepresidente de la Federación Nacional de Navegación y Pesca Marítima (FNPP) de la PACA.
El Parque Nacional de Calanques, que ya realiza numerosas inspecciones en sus aguas, niega querer «controlar un poco más» a los pescadores deportivos. “Trabajamos para preservar la naturaleza y la biodiversidad. Para ello, necesitamos tener una estimación de lo que se ha pescado en nuestro fondo marino. Gracias a su información, los pescadores ayudarán al parque a caracterizar mejor sus especies”, explica Didier Réault, presidente del consejo de administración del parque. Por su parte, el DIRM asegura que tomar fotografías será opcional. El decreto aún no se ha firmado y no debería publicarse antes de principios de enero de 2024. La experiencia debería generalizarse en toda Francia de aquí a 2026.