Un tribunal de Nuakchot condenó el lunes 4 de diciembre al ex presidente mauritano Mohamed Ould Abdel Aziz, procesado desde enero de 2023 por haber abusado de su poder para amasar una inmensa fortuna.

Aziz ha respondido desde el 25 de enero con otras diez personalidades, entre ellas dos ex primeros ministros, ex ministros y empresarios, responsables de “enriquecimiento ilícito”, “abuso de funciones”, “tráfico de influencias” o “blanqueo”. El tribunal sólo le acusó de enriquecimiento ilícito y blanqueo de capitales.

El tribunal ordenó la confiscación de los bienes adquiridos mediante acciones comprendidas en estos dos requisitos y pronunció la pérdida de los derechos civiles del Sr. Aziz. Mohamed Ould Abdel Aziz acogió con agrado la sentencia sin pestañear.

Aziz, de 66 años, se convierte en uno de los pocos exjefes de Estado condenados por enriquecimiento ilícito en el ejercicio del poder. Sus pares juzgados por la justicia nacional o internacional son principalmente por crímenes de sangre, como, en otras partes de África occidental, el ex dictador guineano Moussa Dadis Camara, procesado desde septiembre de 2022. Con esta condena, Aziz, detenido desde el 24 de enero de 2023 Después de haber pasado varios meses detenido en 2021, continúa su descenso a los infiernos bajo la dirección de su sucesor Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, uno de sus compañeros más fieles en el pasado.