Un juicio muy esperado. Un adolescente de 14 años comparecerá a partir de este lunes 18 de septiembre ante el tribunal de menores de Mâcon por haber apuñalado a su novia de la misma edad, Emma, poco antes del verano de 2022. “La familia intentará comprender lo incomprensible , lo inconcebible”, declaró Patrick Uzan, abogado de los padres de Emma, antes del juicio que durará hasta el miércoles y a puerta cerrada.
El 9 de junio de 2022, a primera hora de la mañana, en Clessé (Saona y Loira), típico pueblo vitivinícola del sur de Borgoña, el cuerpo de la joven fue descubierto en la vía pública cerca de su antigua escuela primaria. Los restos de la adolescente, estudiante de 4º grado, presentaban numerosas heridas y un cuchillo aún clavado en el cuello.
El asunto causó inmediatamente revuelo en la región y fuera de ella. Al día siguiente, el novio de Emma fue arrestado en el colegio de Lugny, un pueblo cercano donde los dos adolescentes asistían a la escuela. El niño confesó rápidamente que, durante una reunión nocturna, le había propinado “tres golpes en el cuello” con un cuchillo escondido hasta entonces “en la manga”, explicó luego el fiscal de Mâcon, Éric Jallet.
Emma había «tratado de huir, pero el sospechoso había intentado estrangularla antes de apuñalarla de nuevo», añadió. El cuerpo de la joven presentaba «varias decenas de marcas de puñaladas en el torso, hombros, cara y cuello», así como varias «lesiones de defensa» en los antebrazos, además de una nariz rota, según el fiscal.
Sin antecedentes penales, el sospechoso había pronunciado «palabras inquietantes» en el pasado, evocando su deseo de «matar a alguien y en particular a su novia», con quien mantuvo una relación marcada por rupturas y reconciliaciones, según el parquet. Las audiencias habían vuelto a “poner de relieve el deseo de matar del joven”. “Pensó que su acto podría verse facilitado por el hecho de que la víctima lo amaba. Dijo que se había entrenado en el uso de un cuchillo. Describió los golpes asestados con precisión”, añadió Jallet.
El examen psiquiátrico del niño concluyó que había “un importante deterioro del discernimiento”, pero sin abolición, lo que hace posible su juicio. Como menor de edad, corre el riesgo de recibir una pena máxima de 20 años de prisión por asesinato. “El tribunal tendrá que examinar la cuestión del discernimiento”, admite a la AFP Aurélie Gemma, abogada del joven acusado. La atención que haya recibido también podría ser objeto de debate.
Tan pronto como el adolescente fue arrestado, surgió la pregunta de si se conocían sus trastornos mentales y si se había hecho todo lo posible para evitar que cometiera el acto. Según Me Uzan, “la pequeña Emma estaba enamorada, su primera emoción, y, a pesar de su muy corta edad, entendió que él no estaba bien y quiso ayudarlo”.