Las compañías aéreas cometieron menos violaciones de las normas medioambientales en 2023 que el año anterior en Francia, aunque la situación ha empeorado en algunos aeropuertos, según un informe anual publicado el martes. Este informe se publica en un momento en que el Gobierno lleva a cabo una consulta pública sobre un decreto destinado a proteger aún más a los residentes del aeropuerto de París-Orly, el segundo de Francia en términos de número de pasajeros, de la contaminación acústica nocturna, prohibiendo progresivamente el uso de aviones.

Las normas que regulan la contaminación y el ruido, en particular las relacionadas con los toques de queda nocturnos, “se respetaron mejor en 2023”, con una caída del 18% en un año, hasta 773, en el número de acciones judiciales iniciadas por la administración, subraya Airport Molestia. Autoridad de Control (Acnusa). Una mejora que queda por matizar, según el informe de esta autoridad independiente, que señala que el nivel de incumplimientos sigue siendo «superior al de antes de la crisis sanitaria (29%)». Además, varias plataformas vieron empeorar la situación, en particular Nantes-Atlantique (25,5% en un año, con 290 infracciones) pero también, en volúmenes menores, París-Orly (18%). En Lyon-Saint-Exupéry, las infracciones se han más que triplicado hasta llegar a 21 durante el año 2023.

Por el lado de las aerolíneas, la más perseguida sigue siendo la low cost española Volotea, cuya principal base francesa se encuentra precisamente en Nantes. Sin embargo, con 20 persecuciones por cada 10.000 movimientos (despegues y aterrizajes), el año pasado fue más respetuoso de las normas que en 2022, cuando su tasa de infracciones se acercó a 49 por 10.000. Otras dos compañías de bajo coste ocupan casi el segundo puesto de la clasificación: Transavia (grupo Air France-KLM) y EasyJet, con 7,3 infracciones por 10.000 cada una. Air France, que sin embargo ha realizado el mayor número de movimientos, es casi la más virtuosa con un 1,1 por 10.000.

Tras unos años 2022 y 2023 marcados por una explosión de procesamientos contra empresas, Acnusa impuso el año pasado 3,8 veces más sanciones contra empresas que en 2022, la mayoría (506 de 639) por violación de los toques de queda. “El número de procedimientos iniciados por vuelos desbordados ilustra las dificultades de puntualidad que encontraron las compañías aéreas en 2022, dificultades que lamentablemente no se superaron completamente en 2023”, señala Acnusa, para la cual “ya no se puede «puede haber una programación de vuelos que sea No es operativamente sostenible.»