“François Léotard sirvió al Estado y portaba una gran idea de cultura”. En Twitter, Emmanuel Macron anunció el martes la muerte del exministro de Cultura y luego de Defensa en los gobiernos de convivencia de François Mitterrand. El que también fue alcalde de Fréjus y diputado de Var, pero sobre todo figura de la UDF, murió a los 81 años.

Nacido el 26 de marzo de 1942 en Cannes, François Léotard fue Ministro de Cultura y Comunicación de 1986 a 1988 en el gobierno de Jacques Chirac, luego Ministro de Defensa y Ministro de Estado de 1993 a 1995 en el de Édouard Balladur. También fue presidente del Partido Republicano, luego de la UDF de 1996 a 1998.

“Con su fallecimiento, perdemos un espíritu libre, un hombre de libros y compromiso. Su Var natal, la Francia que defendió, la República que amó están viviendo hoy una gran pérdida”, lamentó el Presidente de la República.

“La región Sur, su región, se inclina ante la memoria de François Léotard, escribió por su parte el presidente de la región PACA, Renaud Muselier, en Twitter. Era un hombre de estados y territorios”.

Mientras tanto, el alcalde de Niza, Christian Estrosi, lo ha llamado «un formidable defensor de la derecha liberal». A lo largo de su carrera política, François Léotard trabajó duro para seguir el modelo liberal, vigente al otro lado del Canal y al otro lado del Atlántico en la década de 1980, y abogar por una ruptura con la tradición estatista del gaullismo y el socialismo. Seguirá a Alain Madelin, Gérard Longuet, Jacques Douffiagues o Claude Malhuret, un pequeño grupo entonces apodado la “banda Léo”.

Para su sucesor en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Sébastien Lecornu, François Léotard fue un «hombre de convicción y compromiso». “Los ejércitos lo recuerdan como un hombre profundamente apegado a la soberanía e independencia de Francia”, escribió.

Precoz y suspicaz, deportista y estresado, este húsar de la política, en quien muchos veían un posible candidato presidencial, había dejado la política en la década de 2000. Golpeado por el «cansancio», François Léotard explicará luego que «no podía seguir apoyando» la política mundo, su aspecto «prostitucional», hecho de «adulación» y «mentiras», que debía encontrar «su propio lenguaje».

François Léotard también experimentó contratiempos con la ley. En 2021, fue condenado a dos años de prisión condicional y una multa de 100.000 euros por “complicidad en el uso indebido de activos corporativos” en el contexto del aspecto financiero del caso Karachi. En 2004 ya había sido condenado a diez meses de prisión condicional por “financiación ilegal de partidos políticos y blanqueo de capitales”.