Un hombre fue condenado el miércoles 6 de diciembre a ocho meses de prisión por “insultos” contra la alcaldesa de Romans-sur-Isère, objeto de amenazas tras sus comentarios relacionados con la muerte del joven Thomas, informó a la AFP la fiscalía de Valencia .

Detenido en Marsella a principios de semana, el hombre nacido en 1990 fue condenado en comparecencia inmediata por el tribunal penal de Valence, en Drôme, por «insultos con palabras o amenazas» contra el concejal de la ciudad y fue encarcelado sin más. También deberá pagar 1.300 euros a la señora Thoraval.

Siete días antes, el alcalde de Romans-sur-Isère, donde el joven Thomas, asesinado con un cuchillo durante un baile del pueblo a mediados de noviembre, iba al instituto, había presentado una denuncia tras recibir amenazas por teléfono y en las redes sociales, entre ellas uno de muerte “por decapitación”, según el concejal. Estas amenazas se produjeron en un contexto tenso en el departamento y en Francia, cuando la muerte del adolescente había desatado una polémica política, una manifestación de ultraderecha había degenerado en Romans-sur-Isère y las autoridades aumentaban los llamamientos a la calma. Thoraval dijo que recibió amenazas “en dos etapas”, las primeras dos llamadas anónimas al ayuntamiento y mensajes.

El hombre, “titular de un subsidio para adultos discapacitados” y ya condenado en múltiples ocasiones, había preguntado en particular: “¿Tiene el alcalde un kalash en casa? La escuchaste en la radio, es fascista. ¿Tiene guardaespaldas árabes? Es por estos hechos que el nativo de Paso de Calais compareció ante el tribunal. Sin embargo, fue absuelto del cargo de “llamadas telefónicas maliciosas”. Bajo custodia policial y ante el tribunal, cuestionó los hechos, afirmando que otra persona había utilizado su teléfono.

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La alcaldesa también indicó que había recibido amenazas al inicio de la tarde, en su cuenta de Instagram, con “una amenaza de muerte diciéndome que me iban a decapitar y que me harían malabares con el cráneo”, agregó. Al respecto, la fiscalía indicó que si primero «la investigación también se centró en elementos de amenazas de muerte en Instagram, los tiempos de respuesta de esta red social a las requisiciones legales no permitieron» incriminar al individuo durante el tiempo de detención policial. Continúa una investigación separada.