La selección francesa femenina hizo balonmano para su entrada en el Mundial, pero aportó lo esencial al vencer a Angola (30-29), a pesar de un gran susto al final del partido, el jueves en Stavanger, Noruega.

Les Bleues se unen a Eslovenia (2 puntos) en la cima del grupo D y se clasificarán para la segunda ronda si logran vencer a Islandia el sábado.

Probablemente sólo recordarán este aspecto contable después de haber estado cerca del empate contra el campeón africano, limitado a pesar de algunas cualidades en la zaga.

Mientras lideraban con cinco goles (27-22) a 10 minutos del final, después de un 3-0 infligido a los angoleños, cometieron un error en su mano y acabaron siendo sorprendidos (28-28) a poco menos de dos minutos del final. La salvación llegó primero de la mano de Laura Flippes, que recuperó la ventaja (30-29) a 25 segundos de la sirena, antes de que Isabel Guialo fallara, en el último segundo y mientras las angoleñas jugaban con dos más, la pelota del empate.

Los vigentes campeones olímpicos, aunque convincentes en la preparación ante Senegal (32-19) y Corea del Sur (36-19), también perdieron en ocasiones el hilo en solitario, prestado en sus ataques colocados, un proyecto lanzado por el seleccionador con vistas a los Juegos Olímpicos. Juegos en París el próximo verano. Su tradicional punto fuerte, el contraataque, funcionó mejor una vez que cambiaron la defensa para lograr un rotundo 6-0.

Pero luego se perdieron numerosos duelos contra la portera Marta Alberto. Uno de ellos, crucial, de Coralie Lassource que, mientras Francia tenía superioridad numérica, falló el balón en el contraataque que probablemente les habría derribado (28-27), a menos de tres minutos del final. Últimos tres minutos en apnea, al final de los cuales los azules pudieron respirar.