Los varamientos masivos de aves muertas en la costa mexicana, luego de fenómenos similares en Perú y Chile, serían la consecuencia «muy probable» de un «calentamiento de las aguas del Océano Pacífico», anunciaron el viernes 16 de junio las autoridades.

Los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, tras análisis, «descartaron la presencia» del virus AH5N1 responsable de la gripe aviar y determinaron que las aves estaban «muertas de hambre», según un comunicado conjunto. “La causa más probable de este evento epidemiológico es el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico, por efectos del fenómeno climático El Niño”, se precisa. Según los ministerios, el calentamiento de la superficie del Océano Pacífico está provocando que los peces se hundan más, impidiendo que las aves los cacen.

El fenómeno meteorológico El Niño, generalmente asociado con un aumento de las temperaturas globales, ocurre en promedio cada dos a siete años y sus efectos ya se están sintiendo, anunció la semana pasada la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos. En México se trata principalmente de la pardela cenicienta, especie vulnerable según la UICN, que vive mar adentro y se reproduce en islas, que se han encontrado muertas, así como gaviotas y pelícanos. Estas aves silvestres generalmente mueren en alta mar y son arrastradas a tierra por las corrientes marinas, según la misma declaración que enfatiza que la investigación continúa.