El sábado, Thomas Coville todavía luchaba en el Océano Pacífico para intentar alcanzar a Armel Le Cléac’h (Banque Populaire), segundo en el Arkéa Ultim Challenge. Pero la vuelta mundial del navegante al mando del trimarán gigante Sodebo podría haber dado un giro dramático el viernes. El participante de mayor edad (55 años) se llevó un susto enorme contado en un mensaje de audio.
“Me pasó algo que temía y que al final no resultó grave pero estuve a punto de sufrir un daño o un accidente en un hundimiento”, explicó el marinero que se dio cuenta de que su barco de 32 metros, empujado por un oleaje muy fuerte , se detuvo al pie de una ola.
“Yo estaba en la mesa de cartas que giraba con el movimiento. Me soltó enseguida y no supe aguantar”, añade el patrón, que cayó desde 2,5 metros antes de estrellarse contra un mueble a la altura del hombro derecho. «Fue muy violento, pero no creo que perdiera el conocimiento», describe el bretón, que confiesa haber tenido mucho miedo de que este incidente le dejara incapacitado porque no «sabía tener la posición correcta durante un movimiento del cuerpo». barco con el que hay que estar atento todo el tiempo.” Thomas Coville se tranquilizó sobre su estado de salud tras buscar asistencia médica.
Más miedo que daño para Thomas Coville, que llegó el sábado a las 13.00 horas a 2.420 millas de Charles Caudrelier (Edmond de Rothschild), en pleno Atlántico, a lo largo de la costa argentina. La mala noticia de las últimas horas se refiere a Anthony Marchand (Actual Ultim, 4º en 5.948,7 millas) obligado a realizar una nueva escala técnica, la segunda de su gira mundial. Hizo escala en Dunedin (Nueva Zelanda) durante la noche del viernes al sábado después de que su barco se averiara.