Casi 120 reclusos escaparon de una prisión en Nigeria después de que unas lluvias torrenciales destruyeran la valla de la instalación, anunciaron las autoridades el jueves 25 de abril. Las fuertes lluvias que cayeron durante horas el miércoles «devastaron» el centro de detención de la localidad de Suleja (centro), cerca de la capital, Abuya, destruyendo edificios y la valla protectora, afirmó el portavoz de las prisiones nigerianas. Estas destrucciones provocaron “la fuga de un total de 119 detenidos del establecimiento”, añadió Adamu Duza, citado en un comunicado de prensa. El personal penitenciario y otros agentes de seguridad pudieron localizar a diez de ellos, mientras que el resto todavía está siendo buscado, dijo.
Adamu Duza reconoció el deterioro de las cárceles de la «era colonial» de Nigeria, que «son viejas y débiles», y dijo que las autoridades penitenciarias estaban trabajando para reemplazar «todas las instalaciones antiguas» por «instalaciones modernas». Las autoridades penitenciarias llamaron a la población a estar atenta a los reclusos que se dan a la fuga y a reportar cualquier persona sospechosa al personal de seguridad.
Las fugas son habituales en las superpobladas cárceles de Nigeria, donde bandas criminales y yihadistas logran entrar para liberar a sus compañeros. En julio de 2022, los yihadistas entraron en la prisión de Kuje, en las afueras de Abuya, con explosivos y armas pesadas, liberando a más de 800 reclusos, incluidos más de 60 de sus camaradas.