¿Deberíamos esperar más arrebatos? Se espera que varios miles de personas se manifiesten este fin de semana contra la construcción de la línea férrea que unirá Lyon con Turín, considerada por algunos perjudicial para el medio ambiente. Temiendo enfrentamientos del mismo orden que la manifestación en Sainte-Soline en marzo pasado en oposición a las «mega-cuencas», la prefectura ha planeado prohibir la reunión. Lo que aún debería tener lugar, en presencia, también, de los funcionarios electos de Nupes.

“Tienen razón en ir allí”, reaccionó sobre este tema la ecologista Sandrine Rousseau, invitada el viernes en France Info. Ella misma estará ausente, pero «obviamente habría ido» si hubiera estado «libre». “Está muy bien que haya electos que vayan allí para proteger a los manifestantes y apaciguar ciertas situaciones”, argumentó, mientras que la presencia de parlamentarios y electos locales en un acto vetado de este tipo ha sido denunciado previamente por el Gobierno.

¿Protegerlos de qué? «Casi contra algunos de ellos que pueden querer romper el lomo del camello», reconoció el diputado de París, mientras que Sainte-Soline había dado lugar a la presencia de opositores particularmente radicales. Sandrine Rousseau también cuestionó la respuesta policial en ese momento, lo que sigue haciendo. Por eso, hoy se muestra encantada de que los cargos electos puedan «poner bufandas entre la policía y los manifestantes, para que los enfrentamientos no sean directos».

En cuanto a la posibilidad de instalar una “zona a defender” (ZAD) en el lugar, “no importa”, reaccionó el electo. «Incluso si hay un ZAD que se está asentando, bueno, hay un ZAD que se está asentando». Las ZAD, que siguen siendo el temor de muchos funcionarios electos locales, “todavía son áreas donde se ocupa la tierra para el bien común. De hecho, solo estamos defendiendo el planeta”.

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El parlamentario también defendió al colectivo “Levantamientos de la Tierra”, cuya disolución fue nuevamente confirmada esta semana por varios miembros del gobierno. Según ella, “lo que quieren es que protejamos la tierra”. “Estamos en una situación muy grave. (…) Hay una revolución por hacer. Hay una revolución en el mundo agrícola por hacer”, martilleó.