La pena máxima -doce años de prisión- fue solicitada el miércoles 18 de abril en Panamá contra los dos fundadores del despacho de abogados Mossack Fonseca, acusados ​​de blanqueo de capitales en el escándalo de evasión fiscal internacional revelado en 2016 por los «Papeles de Panamá».

La fiscal encargada de la lucha contra el crimen organizado, Isis Soto, pidió al tribunal una pena “máxima” por lavado de dinero contra los dos directivos de la firma, ahora cerrada. Jürgen Mossack, de 76 años, y Ramón Fonseca, de 71, “recibieron y transfirieron fondos provenientes de actividades ilícitas en Alemania y Argentina”, dijo Isis Soto, solicitando su condena a doce años de prisión. Los dos imputados también “ocultaron, encubrieron y proporcionaron información falsa a entidades bancarias para abrir cuentas y ocultar la propiedad de activos”, añadió Isis Soto.

Para la fiscalía, los dos fundadores del estudio son responsables de haber facilitado, a través de la firma panameña, la creación de sociedades opacas en las que directivos de la multinacional alemana Siemens depositaban millones de euros fuera de cuentas reales de la empresa. Estas empresas habrían sido utilizadas para ocultar dinero procedente del pago de comisiones. El despacho de abogados también habría sido utilizado para esconder dinero proveniente de un gran fraude en Argentina. Isis Soto también solicitó este miércoles la condena de otros 24 imputados, principalmente exempleados de la empresa, y pidió la absolución de otros tres.

“No soy responsable”, declaró Jürgen Mossack en el estrado al inicio del juicio el 8 de abril. “Simplemente estamos esperando obtener justicia y estoy seguro de que así sucederán las cosas”, afirmó entonces el abogado de origen alemán.

El juicio, previsto para el 26 de abril, estaba previsto inicialmente que se celebrara en 2021, pero se ha pospuesto varias veces por diversos motivos.

El asunto estalló en 2016 tras la publicación de una investigación, conocida como los “Papeles de Panamá”, realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICJI).

A partir de la filtración de 11,5 millones de documentos del estudio de Mossack Fonseca, se reveló que jefes de Estado y de gobierno, altos políticos y figuras del mundo de las finanzas, el deporte y el arte ocultaron propiedades, negocios, capitales y ganancias a las autoridades fiscales. Entre las figuras mencionadas se encuentran, entre muchos otros, los ex jefes de gobierno de Islandia Sigmundur David Gunnlaugsson, de Pakistán Nawaz Sharif y del Reino Unido David Cameron, el ex presidente de Argentina Mauricio Macri, así como la estrella del fútbol Lionel Messi y El cineasta español Pedro Almodóvar. El escándalo provocó el cierre de la firma Mossack Fonseca y la imagen del pequeño país centroamericano quedó gravemente afectada.

En Panamá el delito de evasión fiscal solo se castiga desde 2019 y por montos superiores a los $300.000 anuales. Anteriormente, la evasión fiscal no se consideraba un delito, sino una simple infracción administrativa. Sin embargo, las reformas emprendidas por Panamá tras el escándalo permitieron en 2023 ser eliminado de la “lista gris” de la organización antilavado de dinero GAFI. Pero Panamá sigue en la lista negra de paraísos fiscales establecida por la Unión Europea.

En junio de 2023 se solicitó una pena de hasta doce años de prisión contra los fundadores del despacho de abogados en el llamado caso “Lava Jato” por lavado de dinero en relación con constructoras brasileñas, entre ellas el gigante Odebrecht. La sentencia aún no se ha hecho pública en este caso, independientemente del escándalo de los “Papeles de Panamá”. Destacó los sobornos pagados por empresas constructoras brasileñas, incluida Odebrecht, a funcionarios de varios países latinoamericanos para obtener contratos públicos entre 2005 y 2014.