Mientras se acerca el 14 de julio, acaban de lanzar una piedra en el jardín de Emmanuel Macron. Y el remitente no es otro que su antecesor: François Hollande. En entrevista con el diario La Tribune, difundida este miércoles, el expresidente de la República no deja de lamentar la ecuación política en la que se encuentra el país. Y poner en su punto de mira la falta de vigor de las dos grandes viejas formaciones políticas -a saber, el Partido Socialista y Los Republicanos- que estructuraron y dominaron la vida política y electoral hasta 2017.

Apoyándose en Alemania, que «mantiene el rumbo» a pesar de las crisis geopolíticas, o Reino Unido, que «todavía aguanta» a pesar de «una gran crisis» vinculada al Brexit, François Hollande lamenta que en Francia «nadie sabe en qué dirección política la país irá en los próximos cuatro años y a fortiori más allá de 2027”. Según el ex Jefe de Estado, “lo que hace la fuerza de una Nación es por supuesto su desempeño económico, sus resultados comerciales, su independencia financiera pero sobre todo su estabilidad política”.

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Si bien una nueva escisión entre europeos-progresistas y euroescépticos-soberanistas ha reemplazado a la vieja confrontación derecha-izquierda y ha dominado el espectro político durante seis años, la fecha de la primera elección de Emmanuel Macron para el cargo supremo, el exinquilino del Elíseo considera que sin una vuelta al modelo político de antaño para 2027, “encontraremos el patrón que hemos conocido bien para dos elecciones presidenciales”. “El que opone la extrema derecha a un movimiento central que no corresponde a nada a nivel ideológico y que cada vez tiene menos fuerza y ​​vitalidad en la opinión”. Criticando el mantra de Emmanuel Macron de «al mismo tiempo», que «se acaba», François Hollande se preocupa por el «techo de cristal» de la RN que «está agrietado por todos lados». “Los partidos republicanos, de izquierda y de derecha, tienen una responsabilidad histórica”, insta.

En cuanto a la izquierda revisitada desde hace un año con salsa Nupes, el que fuera primer secretario del partido de la rosa entre 1997 y 2008 tampoco reprime sus golpes. “El PS tiene el destino que se quiere dar. Si está en dificultad, no es porque gobernó”, indica François Hollande. Lo que atempera los caprichos del inventario: «Expiar no sé qué error cometí ayer es inútil».

“Lamento que el PS busque con demasiada frecuencia borrar su historia, su identidad y su balance, en nombre de un sindicato del que ha renunciado por el momento a ser el polo principal”, especifica el expresidente. antes de dar su consejo. “Está en su línea (la del PS, nota del editor) que la izquierda puede aspirar a llegar a la segunda vuelta de la elección presidencial, a ganarla. No en el que divide en lugar de apaciguar”, analiza. «Con LFI como eje principal, es una derrota para la eternidad».