El escándalo de las chinches va en aumento y ya trasciende las fronteras francesas. La prensa extranjera británica y estadounidense se ha hecho eco en los últimos días de este problema sanitario que afecta a París, a menos de un año de los Juegos Olímpicos. Lejos de tranquilizar a sus lectores, los medios de comunicación de habla inglesa alimentan y exportan la ansiedad entre los turistas que sueñan con el lujo y la Torre Eiffel.

“Epidemia generalizada”, “París está plagada de chinches”, “Nadie está a salvo”… Los medios de comunicación juegan la carta alarmista con titulares cada vez más catastróficos. Según los periódicos, las chinches están por todas partes; obligando a los viajeros “horrorizados” a “prestar especial atención antes de sentarse o dejar caer bolsas de tela o abrigos al suelo a sus pies” en el transporte público, escribe la cadena de televisión estadounidense CBS en su sitio web. “Francia fue el quinto país más visitado por los estadounidenses en 2019”, señala la revista Forbes.

Ante la psicosis, esta misma revista quiso aconsejar a sus lectores más aventureros, que se atreverían a viajar próximamente a Francia, sobre las medidas a adoptar. La revista estadounidense publicó un artículo sobre «cómo detectar las chinches y evitar traerlas a casa en tu próximo viaje». En particular, recomienda poner en la maleta “una crema con esteroides” o “un antihistamínico” para el picor ante posibles picaduras de chinches, y “poner las maletas sobre soportes” en el hotel y no en la cama, que podría estar infestada.

Algunos titulares de prensa también disfrutan contrastando la imagen de suciedad que ven estas plagas con la imagen idílica de un París soñado por los turistas. Sobre todo porque este escándalo de salud ocurre en plena Semana de la Moda, que se desarrolló del 25 de septiembre al 3 de octubre. «Una epidemia «generalizada» de chinches invade París durante la Semana de la Moda», titula, por ejemplo, la revista estadounidense Time, que escribe que este evento se celebró «lejos del glamour habitual». La altura para todas las celebridades y entusiastas de la moda que vienen en busca del refinamiento y el lujo francés.

Pero en realidad sólo hay un evento global que preocupa a los periódicos extranjeros: los Juegos Olímpicos. Todo el mundo se pregunta cómo la ciudad de París y el Estado francés van a exterminar a todas estas pequeñas criaturas invasoras antes de que llegue el mundo entero el próximo verano. “Las chinches atormentan a París antes de los Juegos Olímpicos de 2024: “Nadie está a salvo””, tituló el Washington Post, basándose en palabras de Emmanuel Grégoire, teniente de alcalde de París.

La cadena de televisión estadounidense CNN, así como otros medios de comunicación, también señala con el dedo a los dirigentes políticos franceses que “afirman no estar preocupados”, como Emmanuel Grégoire. “Los insectos siempre han estado ahí”, dijo en LCI el 30 de septiembre, antes de argumentar que estos insectos no son una “amenaza para los Juegos Olímpicos”.

La prensa internacional destaca así la falta de acción política hasta hoy. The Guardian menciona en particular el caso de Mathilde Panot, líder de los Insoumis en la Asamblea, de quien había sido “burlada” mientras alertaba sobre el tema desde 2019. Una señal de que el ejecutivo ha comprendido la gravedad de la situación, una emergencia Este miércoles se celebrará una reunión, a petición del Ministro de Transportes, Clément Beaune, con todos los operadores interesados. El viernes tendrá lugar otra reunión, esta vez interministerial. El martes 3 de octubre, la RATP aseguró, tras realizar un peritaje, que “no se detectó ningún caso de chinches en nuestros equipos”.

Sin embargo, Francia no es el único país que lucha contra estas plagas. Nueva York, igualmente turística y que cada año acoge la Semana de la Moda una semana antes que París, también se ha visto profundamente afectada por las chinches. La ciudad fue sitiada en la década de 2010 y el alcalde de ese momento, Mike Bloomberg, tuvo que nombrar un “zar de las chinches” para resolver el problema. Mientras tanto, en las redes sociales muchos usuarios se burlan de la situación que se vive en la capital francesa, mientras que otros publican vídeos sobre cómo no llevarse chinches a casa después de las vacaciones.