Un funcionario electo de la oposición parisina propuso el martes experimentar con la prohibición nocturna de los vehículos de dos ruedas con motor térmico para reducir el ruido y la contaminación atmosférica, una decisión que es competencia de la Metrópolis, respondió el ejecutivo de izquierda. “Casi el 50% de los parisinos tienen problemas de sueño” debido a la contaminación acústica, estima Pierre-Yves Bournazel (Horizons) basándose en el Plan de mejora del medio ambiente y el ruido de la ciudad de París, que estima que 1,1 millones de parisinos están expuestos a ruidos inferiores a 45 decibeles por la noche. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el deterioro del sueño puede producirse a partir de los 30 decibelios, recordó este funcionario electo de la oposición.
Bournazel propuso prohibir durante un año “la circulación de vehículos de dos ruedas con motor térmico en la capital entre las 22.00 y las 7.00 horas” y, a cambio, “doblar la ayuda financiera para cambiar tu scooter por una bicicleta o un scooter eléctrico”. El diputado de movilidad (EELV) David Belliard, que acogió favorablemente una propuesta “interesante”, la rechazó. “No puede ser aplicado por la ciudad” porque esta competencia recae en la Métropole du Grand Paris (MGP), autoridad de control de la zona de bajas emisiones (ZFE), explicó Belliard.
El ecologista elegido aprovechó la ocasión para criticar al Gobierno en el que participa Horizons, que, según él, “acepta umbrales simplemente inaceptables” para los radares sonoros. Esta medida ya está vigente en el centro de Madrid, donde los vehículos térmicos de dos ruedas no pueden cruzar por la noche. Sólo podrán viajar los residentes, si aparcan en un aparcamiento, así como los vehículos eléctricos de dos ruedas.
Mucho menos ruidosos y contaminantes, los patinetes eléctricos son cada vez más populares en las grandes ciudades. En París, sin embargo, las ventas de scooters cayeron en 2023 con la entrada en vigor del aparcamiento de pago. La inspección técnica obligatoria de los vehículos motorizados de dos ruedas, que se hará progresivamente obligatoria a partir de 2024 para motocicletas y scooters, también tiene como objetivo limitar la contaminación acústica mediante el control de los tubos de escape.