Emmanuel Macron se mantiene firme en sus botas. Al término de una rueda de prensa organizada en Bruselas y dedicada a la soberanía energética de la Unión Europea, el Jefe de Estado retomó la novena jornada de movilización el jueves 23 de marzo. Consultado sobre la violencia que marcó este nuevo desafío a la reforma de las pensiones, el presidente martilló un mensaje: «No cederemos ante la violencia».
La respuesta es por tanto clara. Mientras la izquierda apunta a las crecientes tensiones en las procesiones para pedir al ejecutivo que retire su texto, el ejecutivo no se suelta. “En una democracia no tenemos derecho a la violencia”, repetía Emmanuel Macron, citando las “escenas donde muchos de nuestros policías y gendarmes fueron objeto de ataques totalmente desproporcionados por parte de militantes extraordinariamente violentos y pertrechados.
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El presidente al mismo tiempo dio su apoyo a la policía, asociándola a «una exigencia» en cuanto al respeto a la ética de esta última. Pero su atención se centra principalmente en los excesos observados, y ante los cuales conserva «la mayor firmeza». “Hago un llamado a todos para que asuman la responsabilidad y aseguro nuestro apoyo a la policía que ha hecho un trabajo ejemplar”, dijo.
Es también en este contexto que el Jefe de Estado volvió sobre el aplazamiento de la visita del Rey de Inglaterra, Carlos III, prevista inicialmente para la noche del domingo. Guiado por el «sentido común y la amistad», el inquilino del Elíseo explicó que telefoneó el viernes por la mañana al monarca para comunicarle su decisión y evitar así cualquier «incidente». Debido a la nueva jornada de protesta prevista para el martes 28 de marzo, “no estaríamos hablando en serio y nos faltaría algo de sentido común para proponerle a su majestad que venga a hacer una visita de Estado en medio de la protesta”, s’es justificó Emmanuel Macron. Se fijará una próxima cita “cuando vuelva la calma”, quizás “a principios de verano en función de nuestras respectivas agendas”. Hasta entonces, el presidente asistirá a la ceremonia de coronación del rey, prevista para el 6 de mayo.
Emmanuel Macron también envió un mensaje a los representantes sindicales. Dos días después de haber deplorado que este último -y en particular Laurent Berger- no hubiera ofrecido un «compromiso», el Jefe de Estado «agradeció» al jefe de la CFDT «su espíritu de responsabilidad y su afán de apaciguamiento que comparto» . El presidente indicó entonces su “disponibilidad” para discutir con ellos.
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Unas horas antes, el dirigente sindical había expresado efectivamente su preocupación por los hechos de violencia registrados el jueves. Pero si Laurent Berger dijo que estaba abierto a la discusión, llamó a «tomar un respiro» en la reforma de las pensiones antes de que se produzca un «drama». Sin embargo, por su parte, Emmanuel Macron dijo que estaba «totalmente disponible al igual que el gobierno para avanzar» en una lista de temas muy específicos, a saber, «desgaste profesional, fin de carrera, reciclaje, condiciones de trabajo, remuneración en ciertos ramas…” En cuanto a la reforma de las pensiones, está “en el Consejo Constitucional, y es obvio que vamos a esperar la decisión del Consejo Constitucional”.