La presidenta de Perú, Dina Boluarte, comenzó este viernes a comparecer ante el Ministerio Público en el marco de una investigación sobre presunto «enriquecimiento ilícito», un escándalo que involucra relojes y joyas de lujo y que debilita a su gobierno. El Fiscal General, Juan Carlos Villena, “comenzó a recabar las declaraciones del Presidente de la República”, indicó el fiscal en X.
Boluarte llegó a la fiscalía central de Lima junto a su abogado, Mateo Castañeda, en un vehículo oficial escoltada por cinco vehículos policiales, constató la AFP. La fiscalía había ordenado a la presidenta traer durante esta citación los objetos valiosos que no habría declarado en su patrimonio cuando asumió el cargo en diciembre de 2022.
El escándalo, bautizado por la prensa como «Rolexgate», estalló a mediados de marzo, cuando un sitio de noticias publicó fotografías que mostraban a Boluarte usando diferentes relojes de lujo mientras estuvo en el gobierno entre 2021 y 2022. Su casa y su oficina fueron allanadas el 30 de marzo. pero no se encontraron relojes. Boluarte, de 61 años, aseguró que tenía “las manos limpias” y solo tenía un reloj, un modelo más antiguo adquirido con sus ahorros.
El martes, el fiscal general Juan Villena anunció que la investigación ahora también se centra en joyas, incluida una pulsera por valor de 56.000 dólares, y depósitos bancarios por unos 270.000 dólares entre 2021 y 2022. A raíz de los registros, seis de los 18 ministros de su gobierno anunciaron dimitieron y fueron inmediatamente sustituidos. El miércoles, su gobierno, el tercero en 16 meses, obtuvo la confianza del Parlamento, tras la salida a principios de marzo del primer ministro Alberto Otarola, objeto de una investigación por tráfico de influencias. Según la Constitución, en caso de procesamiento, Boluarte no puede ser juzgado antes de julio de 2026, cuando finaliza su mandato.
Dina Boluarte también es objeto de una investigación por “genocidio, homicidio agravado y lesiones graves” tras la muerte de más de medio centenar de personas durante los dos meses de agitación social que acompañaron su ascenso a la jefatura de Perú. Asumió la presidencia tras el juicio político a principios de diciembre de 2022 y el arresto del jefe de Estado de izquierda Pedro Castillo, del que fue vicepresidenta. Desde que llegó al poder, ha sido objeto de cuatro procedimientos de impeachment, los dos últimos esta semana. Ninguno fue admitido a debate en el Parlamento unicameral dominado por la derecha y la extrema derecha.