(Ginebra) Los jefes de seis agencias de la ONU y tres ONG pidieron el jueves la liberación inmediata e incondicional de su personal detenido por los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán.
“Los trabajadores humanitarios, los defensores de los derechos humanos y los especialistas en desarrollo deben dejar de ser blanco de ataques en Yemen. Todos los detenidos deben ser liberados inmediatamente”, dijeron en un comunicado conjunto.
«Nosotros, los jefes de las entidades pertinentes de la ONU y de las ONG internacionales, pedimos la liberación inmediata e incondicional de todo el personal detenido en Yemen por las autoridades hutíes», decía la declaración conjunta.
«Estamos extremadamente preocupados por la reciente detención por parte de las autoridades hutíes de 17 miembros de nuestras organizaciones y de muchos otros asociados con organizaciones de la sociedad civil, ONG nacionales e internacionales y otras organizaciones que apoyan actividades humanitarias», continúa el texto.
La declaración fue firmada por los jefes de las agencias de la ONU responsables de la salud, la alimentación, los derechos humanos, el desarrollo, la cultura y la infancia.
También fue firmado por los responsables de Oxfam Internacional, CARE y Save the Children International.
El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, dijo el martes que 13 miembros del personal de la ONU habían sido arrestados, incluidos seis de su propio personal.
“Estas detenciones no tienen precedentes, no sólo en Yemen sino en todo el mundo. Obstaculizan directamente nuestra capacidad de ayudar a las personas más vulnerables en Yemen, incluidos los 18,2 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria y protección”, añadió.
Las Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias dijeron la semana pasada que los arrestos del personal parecían ser el resultado de una operación coordinada.
Los hutíes afirmaron haber detenido «una red de espionaje estadounidense-israelí» que operaba al amparo de organizaciones humanitarias, una afirmación que Turk calificó de «escandalosa».
Los rebeldes hutíes están inmersos en una guerra civil que ha provocado una de las peores crisis humanitarias del mundo. Más de la mitad de la población depende de la ayuda humanitaria en el país más pobre de la Península Arábiga.
Los rebeldes tomaron el control de la capital, Saná, en septiembre de 2014, lo que provocó una intervención militar liderada por Arabia Saudita en nombre del gobierno yemení en marzo de 2015.
La ONG Human Rights Watch estima que los hutíes han secuestrado y torturado a cientos de civiles desde el inicio del conflicto.