Miles de manifestantes salieron a las calles de Varsovia el jueves 11 de enero para protestar contra las reformas, particularmente en los medios de comunicación públicos, decididas por la nueva administración pro-UE en el poder. La coalición encabezada por el ex presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, derrocó al partido populista de derecha Ley y Justicia (PiS) en las elecciones de octubre.

En diciembre, las nuevas autoridades despidieron a la dirección de todas las emisoras públicas, que, según decían, habían difundido la propaganda del anterior gobierno populista y nacionalista. «La libertad de Polonia está en juego», dijo el líder del PiS, Jaroslaw Kaczynski, a la multitud reunida frente al edificio del Parlamento en el centro de la capital polaca.

A él se unieron en el estrado otras figuras del PiS, incluido el ex primer ministro Mateusz Morawiecki, quien llamó a sus seguidores a “defender Polonia”. “Se suponía que íbamos a ver un retorno al Estado de derecho, pero lo que vemos es anarquía”, afirmó Mateusz Morawiecki.

La manifestation a démarré peu après l’annonce faite par le président conservateur polonais sur le lancement d’une procédure de grâce concernant deux ex-députés populistes, dont l’ex-ministre de l’Intérieur, condamnés à deux ans de prison et incarcérés esta semana.

Los dos hombres, Mariusz Kaminski y Maciej Wasik, fueron detenidos el martes por la tarde en el palacio presidencial por la policía, donde habían pasado el día por invitación del Jefe de Estado. Su arresto provocó fuertes protestas de la actual oposición. Ambas partes intercambian acusaciones de violaciones del Estado de derecho.