Mientras los cristianos de todo el mundo se preparan para conmemorar la pasión de Cristo en esta Semana Santa, Donald Trump comenzará su vía crucis un poco por delante de los demás fieles. La jornada del lunes 25 de marzo promete ser decisiva para él a nivel jurídico, debido a la coincidencia de dos procedimientos en los que el expresidente estadounidense se encuentra en mala situación.
El primero de ellos parece más bien una formalidad: el candidato republicano en las próximas elecciones presidenciales es convocado a Nueva York para una audiencia destinada a fijar una nueva fecha para su juicio penal por el caso Stormy Daniels, que lleva el nombre de una actriz porno que Donald Trump Se sospecha que pagó de manera ilícita (disfrazando las cuentas de la Organización Trump) para que ella guardara silencio sobre una relación adúltera que supuestamente tuvieron en el pasado.
Un documento revelado por los jueces de Nueva York parece indicar que el tribunal se dispone a posponer este juicio, histórico por su carácter inédito, al menos un mes: es la primera vez que un ex presidente estadounidense es procesado penalmente. De hecho, el Tribunal Supremo de Estados Unidos deberá decidir el 25 de abril sobre el alcance de la inmunidad presidencial, para saber si puede proteger a Donald Trump de una posible condena en este juicio.
La justicia neoyorquina parece decidida a esperar la decisión del Tribunal Supremo para iniciar el juicio, lo que suscita los argumentos de los abogados de Donald Trump, que están aumentando el número de procedimientos para aplazar la sentencia. El candidato sigue repitiendo que la carrera por la Casa Blanca no debe verse obstaculizada por giros legales que atribuye a la sumisión de los jueces al campo demócrata.
Paradójicamente, la segunda decisión parece aún más grave para el ex presidente de los Estados Unidos, aunque esta vez ya no se trata de una posible pena de prisión como la que enfrenta en el caso Stormy Daniels. De hecho, el candidato republicano se encuentra bajo presión de embargo de sus bienes si no da a la justicia del Estado de Nueva York la garantía de pagar cerca de 500 millones de dólares en concepto de reparaciones, a las que fue condenado en un tribunal civil en Febrero.
Al final de los procesos iniciados en 2022 por la fiscal general Letitia James, Donald Trump y sus hijos Eric y Donald Jr. fueron condenados por el juez Arthur Engoron a 464 millones de dólares en multas e intereses por fraude, en particular por haber mentido en la década de 2010 sobre la valor de los activos de su imperio inmobiliario de la Organización Trump, para poder obtener préstamos bancarios.
Pero ¿cómo pueden ofrecerse tales garantías? Afortunadamente para Donald Trump, una ganancia financiera inesperada podría provenir de su empresa Trump Media
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¿Qué pasaría el lunes si el multimillonario no pagara la fianza? “Una humillación” y un “gran problema”, resumen a la AFP Carl Tobias, profesor de Derecho en la Universidad de Richmond, y el exfiscal Andrew Weissmann. Para Carl Tobias, si Donald Trump agota sus recursos, “podría vender sus bienes inmuebles o (…) intentar obtener un préstamo bancario o incluso declararse en quiebra personal”.
El fiscal James también podría “intentar confiscar el dinero que tiene en Nueva York y algunos de sus bienes inmuebles”, como la Torre Trump en la Quinta Avenida y un edificio en Wall Street. El tabloide New York Post pensó el jueves que Donald Trump “dejaría” que Letitia James se apoderara de la Trump Tower o de su campo de golf en el exclusivo condado de Westchester, al norte de la ciudad.