Una pequeña revolución en el cristianismo. Por primera vez en la historia moderna, la Navidad se celebró en Ucrania al mismo tiempo que en el mundo occidental, el 25 de diciembre. Este acontecimiento es el resultado de una decisión de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania y símbolo del acercamiento con Europa, que al mismo tiempo subraya la distancia que Kiev está tomando respecto de Moscú.
Este cambio de fechas recuerda la diferencia que divide a las distintas Iglesias cristianas en cuanto a la fecha de celebración de la Navidad. La inmensa mayoría de los ortodoxos (en particular, la Iglesia ortodoxa rusa), pero también algunos católicos griegos, celebrarán la Navidad este año la noche del 6 al 7 de enero, 13 días después del 25 de diciembre. ¿Cómo podemos explicar tal discrepancia?
Todo es cuestión de diferencias de calendario. De hecho, la gran mayoría de los ortodoxos conserva el llamado calendario “juliano”, introducido por Julio César en el 46 a.C. El cónsul había introducido este calendario en el que un año corresponde a 365 días, más 1/4 de día. Esta duración, sin embargo, supera al año astronómico en 11 minutos y 14 segundos: la brecha entre el año solar y el año calendario se amplía con los años. De hecho, el calendario juliano se amplía un día cada 128 años respecto al año solar.
En el siglo XVI, la brecha entre el calendario juliano y las observaciones astronómicas alcanzó los 10 días. En 1570, el Papa Gregorio XIII nombró una comisión de astrónomos para reformar el calendario y resolver este problema de retrasos acumulados. El 24 de febrero de 1582, una ley papal estableció un nuevo calendario e introdujo los años bisiestos cada cuatro años. Los 10 días adicionales se eliminan para alinearlos con las observaciones astronómicas. Por tanto, en Francia pasamos del domingo 9 al lunes 20 de diciembre de 1582: nace el calendario moderno.
La reforma fue adoptada gradualmente por los estados católicos. Por su parte, una gran mayoría de las Iglesias ortodoxas (las de Rusia, Serbia, Georgia y Ucrania hasta ahora), que se separaron de la región cristiana católica romana tras el cisma de 1054 entre los cristianos de Oriente y Occidente, siguen siguiendo el calendario juliano. . Por tanto, la diferencia entre este último y el calendario gregoriano sigue creciendo: actualmente es de 13 días y aumentará a 14 días en 2100.
Sin embargo, en el contexto de la guerra en Ucrania, los ortodoxos ucranianos han decidido cambiar de tono. De hecho, la Iglesia ortodoxa ucraniana ha optado por autorizar a sus fieles a celebrar el nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre, para distanciarse de las tradiciones rusas y escapar de la influencia de la Iglesia de Moscú. Así, en julio, Volodymyr Zelensky formalizó el traslado de las celebraciones navideñas del 7 de enero al 25 de diciembre. El texto votado por los diputados ucranianos explicaba entonces que los ucranianos querían “vivir sus propias vidas, con sus propias tradiciones, sus propias vacaciones”. Una forma, señala además el texto, de “abandonar la herencia rusa que impuso las celebraciones navideñas el 7 de enero”.