(Ottawa) Las empresas manufactureras de Quebec que dependen del transporte ferroviario para exportar sus productos temen las consecuencias financieras de una huelga que podría obligar a CN y CPKC a cerrar.
Casi dos tercios (62%) de ellos afirman que una huelga que paralice el transporte ferroviario en el país tendría consecuencias «graves y significativas» para sus actividades, revela una encuesta reciente realizada por Manufacturiers et Exportateurs du Québec (MEQ) entre 92 empresas. .
En total, se estima que las mercancías no circularían por los ferrocarriles canadienses a razón de 106 millones de dólares al día si no se puede llegar a un acuerdo. Más concretamente, se estima que cada día de huelga provocaría un impacto financiero de 305.000 dólares por empresa. Esta cantidad representa la caída prevista en los ingresos y el aumento de los gastos para encontrar una alternativa al transporte ferroviario.
“El nivel de preocupación es muy, muy alto para quienes dependen del transporte ferroviario en este momento. Ambas empresas también podrían verse afectadas al mismo tiempo. Y no hay muchas opciones alternativas”, afirmó Véronique Proulx, presidenta y directora ejecutiva de MEQ.
El espectro de una huelga ronda desde hace varias semanas el transporte ferroviario del país. El mes pasado, los aproximadamente 9.300 trabajadores de las dos compañías ferroviarias más grandes del país, Canadian National (CN) y Canadian Pacific Kansas City (CPKC), votaron el 98% a favor de la huelga.
Por el momento, no puede producirse ningún paro laboral hasta que la Junta de Relaciones Laborales de Canadá se haya pronunciado sobre la definición de “servicios esenciales” en este asunto. «En este momento, estamos un poco en modo de espera», dijo el lunes Christopher Monette, director de asuntos públicos de Teamsters Canada.
Precisó que se llevarán a cabo tres días de negociaciones en Toronto entre el sindicato y CN. Aún no se ha fijado una fecha para la reanudación de las conversaciones con la CPKC. «Pero eso no significa que no haya comunicación», dijo.
Las negociaciones para la renovación de los convenios colectivos de conductores, ingenieros y trabajadores de estaciones de clasificación están estancadas desde hace varios meses. El principal obstáculo en las negociaciones se refiere a las horas de trabajo. El sindicato dice que ambos ferrocarriles están tratando de eliminar disposiciones clave de descanso de los contratos laborales, una medida que podría aumentar la fatiga de la tripulación y poner en peligro la seguridad pública, dice el sindicato.















