(Québec) El gobierno de Quebec gastará más de 3 millones de dólares para proporcionar un desfibrilador externo automático a todas las escuelas públicas que aún no tienen uno.
Según el gobierno, esto significa que se comprarán e instalarán 1.558 desfibriladores para garantizar que todas las escuelas primarias, secundarias y centros de formación dispongan de un dispositivo de este tipo.
Según los datos más recientes, el 93% de los centros de secundaria ya cuentan con al menos un desfibrilador, pero esta proporción desciende al 51% en los centros de primaria y al 70% en los centros de formación profesional así como en los centros de educación general de adultos.
El anuncio del martes corregirá la situación y aumentará esta tasa al 100%.
Esta medida sigue la campaña de larga data del doctor Paul Poirier, cardiólogo y profesor titular en el Instituto Universitario de Cardiología y Neumología de Quebec y que ha hecho campaña durante varios años para que todas las escuelas estén equipadas con un desfibrilador.
Un desfibrilador externo automático (DEA) es un pequeño dispositivo portátil que analiza el ritmo cardíaco de una persona en peligro y desencadena una descarga eléctrica para corregir cualquier actividad eléctrica anormal del corazón.
Su principal ventaja es su capacidad para analizar el ritmo del corazón y aconsejar activar una descarga sólo si es necesario, por lo que el usuario no necesita tomar la decisión por sí mismo.
«Si no se detecta un ritmo que pueda corregirse mediante una descarga eléctrica, el dispositivo desaconseja la descarga y, en cambio, recomienda que el proveedor de atención médica inicie la reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras se espera la llegada de los servicios médicos de emergencia», explica la Heart and Stroke Foundation en una hoja informativa.
«Cuando se emplean inmediatamente un DEA y RCP, las posibilidades de supervivencia de la persona que sufre un paro cardíaco repentino mejoran significativamente», añade.















