La impopular reforma de las pensiones, con su medida emblemática de rebajar la edad de jubilación a los 64 años, fue promulgada este sábado por la mañana en el Diario Oficial, tras la validación de la mayor parte del texto por parte del Consejo Constitucional.

Tras la decisión del Consejo Constitucional del viernes, la intersindical había pedido «solemnemente» al presidente Emmanuel Macron «que no promulgue la ley». Una solicitud que quedó en letra muerta: al promulgar el texto, el Jefe de Estado se opuso al fin de la inadmisibilidad.

El Presidente de la República tenía quince días después de la validación de la mayoría de las medidas de reforma el viernes por parte del Consejo Constitucional para estampar su firma, dándole así fuerza de texto. “Se reforma así el Código de Seguridad Social (…) En el primer párrafo, se sustituye la palabra: ‘sesenta y dos’ por la palabra: ‘sesenta y cuatro’”, señala el texto.

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El Consejo Constitucional validó este viernes lo esencial de la reforma de las pensiones y bloqueó una primera petición de referéndum de iniciativa compartida (RIP) de la izquierda, que esperaba empezar a recoger 4,8 millones de firmas para una consulta sin precedentes a los franceses.

«No hay ganador ni perdedor», aseguró la primera ministra Elisabeth Borne, refiriéndose al «fin del camino institucional y democrático» del texto aprobado en la Asamblea tras un 49.3. “Esto no ha terminado”, prometió como respuesta la intersindical, convencida de que no promulgar la ley era la “única forma de calmar la ira (…)”, que rechazó una invitación lanzada por Emmanuel Macron.

El Consejo Constitucional ha reconocido el «carácter inusual» de la acumulación de procedimientos destinados a restringir los debates en el Parlamento.