Un “primer hito” para Cigéo: el Consejo de Estado confirmó el viernes la utilidad pública del controvertido proyecto de almacenamiento de residuos radiactivos en Bure (Mosa), una decisión “difícil de entender” para sus opositores, que señalan “deficiencias” en la estudio de impacto. En su decisión del viernes 1 de diciembre, el Consejo de Estado considera que “las medidas destinadas a evitar impactos sobre el medio ambiente y la salud humana son suficientes y que se respeta el requisito de reversibilidad del almacenamiento”.
La Agencia Nacional de Gestión de Residuos Radiactivos (Andra) celebró esta decisión «que reconoce la calidad» de su expediente «y, en general, la pertinencia y los principios fundamentales del enfoque progresista liderado desde hace 30 años por Francia para garantizar una gestión a largo plazo de los residuos más radiactivos». desecho radioactivo. La decisión, sin embargo, no autoriza la creación real del centro de almacenamiento, para lo cual se presentó una solicitud específica en enero a la Autoridad de Seguridad Nuclear. Se espera una respuesta a esta solicitud para 2027.
El Consejo Constitucional ya había considerado que la ley que preveía el proyecto Cigéo era coherente con la Constitución, en particular en lo que respecta a los derechos de las generaciones futuras. En julio de 2022, el gobierno declaró que este proyecto era de utilidad pública y lo incluyó en la lista de operaciones de interés nacional que pueden desviarse de las normas urbanísticas del derecho común. Varias asociaciones y vecinos se habían puesto en contacto con el Consejo de Estado para anular estos decretos.
Su confirmación el viernes constituye “un primer hito previo a la presentación de una serie de solicitudes de autorización necesarias para el avance del proyecto”, indica Andra. La decisión le permite adquirir los terrenos faltantes para establecer el centro de almacenamiento y le autoriza a realizar expropiaciones. El proyecto Cigéo podría acoger al menos 83.000 m3 de los residuos más radiactivos del subsuelo arcilloso de Bure entre 2035 y 2040. Muchas asociaciones opuestas a la energía nuclear luchan contra este proyecto, cuestionado desde hace 20 años.
France Nature Environnement se mostró sorprendida por una decisión “difícilmente comprensible a la vista del expediente”, que, según ella y los demás demandantes (32 asociaciones y 30 residentes), contenía “lagunas importantes en términos de impacto sobre la salud y el medio ambiente”. «. El Consejo de Estado consideró “suficientes” las medidas previstas para “evitar, reducir y compensar los notables efectos negativos del centro de almacenamiento de Cigéo” en estos puntos.
Los demandantes también argumentaron sobre la ausencia, en el expediente de Andra, de «medidas precisas en materia de seguridad, especialmente en situaciones de emergencia». “¿Cómo no dudar de que se produzca un accidente durante los innumerables convoyes de residuos radiactivos que serán transportados durante más de 100 años hasta este lugar?”, se pregunta la asociación en un comunicado.
El estudio de impacto aportado por Andra va acompañado de un «expediente de opciones de seguridad», que explora diferentes escenarios y tiene en cuenta «todas las hipótesis de vulnerabilidad del proyecto a riesgos de accidentes o desastres», respondió el Consejo de Estado. Una veintena de organizaciones, como Attac, la Confederación Campesina o Greenpeace Francia, denunciaron “una confirmación ciega de la utilidad pública de Cigéo y de su interés para la nación”, señalando “incertidumbres e imprecisiones” en el estudio de impacto. También señalan una falta de información sobre su coste, el «inventario exacto» de residuos radiactivos o incluso la «viabilidad de la valorización de los bultos de residuos» para las generaciones futuras.
Para el Consejo de Estado, sin embargo, el expediente de investigación pública es “suficientemente completo, en particular sobre la viabilidad del proyecto”. Se basa en “numerosos estudios científicos” realizados en el laboratorio subterráneo de Andra en Bure. Actualmente, este sitio sólo alberga un laboratorio científico; allí no se almacenan residuos radiactivos. Al visitar este laboratorio el miércoles, el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, estimó que Cigéo “ya se está convirtiendo en una referencia global, mundial” en materia de almacenamiento de residuos.