La justicia rumana prorrogó el miércoles 22 de marzo a petición de la fiscalía la prisión preventiva del influencer británico-estadounidense Andrew Tate y su hermano Tristan, detenidos a finales de diciembre por un caso de proxenetismo.

«Nos quedamos sin palabras», dijo Mateea Petrescu, portavoz de los dos hombres, a un grupo de reporteros al confirmar la decisión, válida por 30 días adicionales. Según el sistema legal rumano, esta prisión preventiva puede extenderse hasta un máximo de 180 días, antes de una posible acusación. Los dos treinta siguen negando los cargos en su contra.

En particular, son sospechosos de haber reclutado a “varias víctimas, incluidos menores de edad” con fines de “explotación sexual”, según la Fiscalía encargada de la lucha contra el crimen organizado (DIICOT). Fueron engañados por los hermanos, quienes fingieron sentimientos por ellos, antes de ser obligados a prostituirse y producir películas pornográficas, dicen los fiscales.

Andrew Tate, un ex boxeador británico-estadounidense que tiene millones de suscriptores en línea y que promueve tesis masculinistas, ha sido suspendido en el pasado de varias redes sociales por comentarios misóginos. Su cuenta de Twitter, que ahora tiene 5,4 millones de suscriptores, fue restaurada cuando el multimillonario Elon Musk compró la red social. Él acuña su consejo a los hombres para ayudarlos a enriquecerse.